Cuando nos lanzamos a la búsqueda de la almohada perfecta para nuestro descanso, lo hacemos guiándonos por gustos y preferencias personales. Los hay quienes prefieren que sea alta y acolchada, otros fina y algo más rígida. Sin embargo, casi nunca nos paramos a pensar si serán fáciles o difíciles de mantener impolutas.

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La vida útil de una almohada puede variar según muchos factores, como el material usado para su fabricación o el uso que le demos en nuestro día a día. Lo que está claro es que, con el tiempo, este objeto tan preciado y necesario para un sueño reparador, puede acumular gérmenes, ácaros y manchas desagradables.

Y es que mantener tu almohada limpia es crucial no solo para una correcta higiene, sino para prologar su durabilidad. Con estos trucos prácticos, efectivos y económicos podrás desinfectarla y dejarla libre de manchas.

Paso 1

Antes de llevar a cabo cualquier acción, lo primero que debes hacer es asegurarte de las indicaciones de fabricante para el cuidado de tu almohada. En este sentido, confirma que esta pueda ser lavada a máquina.

En la mayoría de los casos, las almohadas de fibra sintética y plumas pueden ser lavadas con este método. Por el contrario, las de látex o espuma requieren cuidados especiales.

Una vez hecho esto, lo siguiente que debes hacer es retirar las fundas y protectores, en caso de que los tengas, y cerciórate de que tu almohada no presente costuras rotas o relleno suelto.

Paso 2

Para una limpieza regular, como te hemos mencionado anteriormente, puedes hacer uso del lavado máquina. Para ello, sigue estos pasos: 

  1. Te recomendamos que, a la hora de lavar, pongas dos almohadas a la vez para un equilibrio en el tambor de la máquina.
  2. Usa agua tibia y un detergente suave. Es vital que no utilices suavizante, ya que puede afectar la absorbencia de las almohadas.
  3. El ciclo que elijas debe ser para prendas delicadas, así te asegurarás de proteger las fibras.
  4. Es altamente recomendable enjuagar una segunda vez, puesto que con esto podrás asegurarte de que se eliminen todos los residuos de jabón.
  5. Para evitar que la almohada pierda su forma original, coloca pelotas de tenis limpias o toallas en la secadora junto con las almohadas. Usa el ciclo de aire frío o bajo calor.

Paso 3

A la hora de combatir esas manchas imposibles, lo principal es determinar de qué tipo se tratan. Pueden ser manchas causadas por el sudor, en este caso, para ponerles remedio, mezcla bicarbonato de sodio y agua hasta que se cree una pasta. Aplícala sobre la mancha, frota suavemente y deja reposar durante 30 minutos antes de lavar.

Si se trata de manchas de aceite, el mejor truco que puedes emplear es cubrirlas con talco o con almidón de maíz, esto permitirá que el aceite se absorba. Posteriormente, lava la almohada siguiendo las indicaciones anteriores.

Paso 4

Si, por el contrario, tu almohada no admite lavado a máquina, no te preocupes, aquí te traemos la solución paso a paso:

  1. Llena una bañera o, en su defecto, el fregadero con agua tibia y añade detergente suave. Recuerda que no se recomienda el uso de suavizante.

  2. A continuación, sumerge la almohada y presiona suavemente para eliminar la suciedad acumulada en la tela y las fibras.

  3. Enjuaga con agua tibia hasta que el jabón se haya eliminado por completo.

  4. Exprime suavemente el exceso de agua y sécala al aire libre o con una secadora a baja temperatura.

Paso 5

Después de lavar tus almohadas, es fundamental asegurarse de que estén completamente secas antes de volver a usarlas. Exponerlas al sol directo puede ayudar a eliminar gérmenes adicionales.

Además, considera el uso de fundas protectoras lavables para mantener las almohadas libres de manchas y prolongar su limpieza. Siguiendo estos pasos conseguirás unas que estén siempre impolutas para tu correcto descanso.