El ingenioso truco para mantener la casa fresca en verano sin pulsar el botón del aire acondicionado

Los termómetros siguen subiendo conforme pasamos por elecuador del verano, y ver cómo surgen métodos alternativos al uso del aire acondicionado se ha convertido en algo habitual. Los españoles quieren disfrutar ahora más que nunca de la comodidad que produce una casa fresca y acogedora, pero buscan hacerlo ahorrando en la factura de la luz. 

Este año, el 75% de los hogares ha reducido su consumo en climatización, y 3 de cada 4 utilizan menos tiempo el aire acondicionado. Lo indica el último estudio publicado por Bosch en esta materia, y lo confirma el regreso a nuestro día a día de métodos que permiten mantener la casa en una temperatura adecuada sin depender del gasto de los aparatos eléctricos.

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La ventilación cruzada es uno de los más utilizados este año por su efectividad y por lo fácil que puede ser aplicarlo en cualquier edificio. En realidad, lleva empleándose siglos, pero, por la comodidad que ofrece el aire acondicionado, a veces olvidamos que el secreto del frescor en nuestras casas se esconde precisamente en las puertas y ventanas. 

¿En qué consiste?

El término que pone nombre a este concepto fue acuñado hace décadas en el campo de la arquitectura bioclimática. En la cotidianeidad de nuestros hogares, también es muy fácil de poner en práctica.

La ventilación cruzada aprovecha el flujo natural que provoca el aire cuando se crean corrientes en los distintos rincones de la casa.

Para conseguir que estas se generen, hay que abrir ventanas en lados opuestos de la estructura de la casa, de manera que el aire exterior entre y circule por las estancias, eliminando el calor que ha quedado acumulado en ellas a lo largo del día.

El secreto de este método está en la diferencia de presión que se produce al producir corrientes. El aire caliente sale por las ventanas que están abiertas en el lado opuesto del viento, mientras que el aire fresco ingresa por las que se sitúan al lado de la brisa.

La ventilación cruzada crea un efecto ventilador que ayuda a crear un clima mucho más apacible en el hogar, algo que se nota especialmente si este se ubica en un entorno de altas temperaturas.

Es cierto que en un piso puede ser más difícil de lograr que en una casa con varias salidas al exterior, pero también puede ponerse en práctica al abrir la ventana de un salón y abrir una puerta si esta da a otra corriente de aire.

Cómo refrescar el hogar

Si buscas conseguir un flujo de aire óptimo que permita bajar la temperatura de tus estancias, estas son algunas de las recomendaciones que debes tener en cuenta:

• Abre ventanas en lados opuestos de la casa para crear corrientes frescas y constantes.
• La orientación y la localización de los edificios es importante a la hora de sacar el máximo partido de la ventilación cruzada. Las habitaciones con esquina son especialmente efectivas para este propósito.
• Aprovecha los momentos más adecuados del día, es decir, los más frescos, para ventilar el hogar. Suelen ser a primera hora de la mañana y por la noche.
• Ten en cuenta que las corrientes de aire más calurosas proceden de la fachada sur de las viviendas. Por eso, es importante a la hora de planificar una reforma colocar puertas y ventanas en esta zona para que desde aquí se extraiga el aire caliente de los interiores. Igualmente, el aire que querremos que entre del exterior debería llegar desde ventanas posicionadas al norte de la vivienda.
• Limpia con frecuencia las ventanas y las áreas alrededor de ellas para que el aire pueda fluir sin restricciones. Así también favorecerás la desaparición de bacterias, hongos y ácaros que se acumulan  y deterioran la salud. 
• Aprovecha la naturaleza a tu alrededor. Si hay árboles o vegetación cerca de casa, estos también pueden servir como sombra y ayudar a bajar en unos grados la temperatura del interior. 
• Otra recomendación es poner toldos y telas (en tonos claros, además) en aquellas zonas en las que el sol incide directamente.