El otoño está a la vuelta de la esquina y como siempre ocurre, el cambio de temporada propicia una reorganización completa de nuestro entorno y de nuestro día a día. Tarea relajante para algunos, pesadilla para otros, ordenar es, sin embargo, necesario para todos. "El objetivo de la limpieza no es solo limpiar, sino sentirse feliz viviendo en ese ambiente", dijo de hecho la gurú del orden Marie Kondo.

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Numerosos métodos se han convertido en una referencia, entre ellos el KonMari o el Kaizen, aunque uno en concreto ha vuelto a llamar la atención en los últimos meses: el de la "falsa mudanza".

¿En qué consiste?

La periodista Katie Holdefehr presentó, en su obra Embrace your space, el método "Move-Out", que se podría traducir como el de la mudanza. ¿En qué consiste? Como su nombre lo indica, consiste en ordenar nuestra casa como si fuéramos a mudarnos. El cambio de estancia supone una limpieza y reorganización profunda y es precisamente lo que invita a realizar este método.

La experta nos incita a no esperar el momento de mudarnos de verdad para realizar esta reorganización, solo imaginar una mudanza ficticia. ¿Cómo aplicarlo? Primero, concreta una fecha. Al igual que en el caso de un cambio de casa real, tienes que fijar una en la que ya prevés que estará terminado. Procura ser realista y no precipitarte, en este caso, importa que te tomes el tiempo.

Seguidamente, piensa en eliminar lo superfluo. Una pregunta sencilla puede ayudar a ello, tal y como lo destaca la periodista: "¿Me llevaría este objeto si me mudara a una casa más pequeña?". La respuesta será especialmente esclarecedora. Si sientes que tu vínculo con este objeto no es especialmente fuerte, plantéate venderlo en una plataforma. Los "por si acaso" no tienen cabida. Eso sí, diferencia los objetos de uso puntual pero real de los que de verdad no volverás a usar. Finalmente, ordena lo que te queda. Ordena tus pertenencias por categorías, repara lo que necesite reparación e invierte en lo que te falta, si ves algunas lagunas.

Otros métodos

El ya mencionado método KonMari se ha convertido en una referencia. Basado en la felicidad, invita a realizar una selección minuciosa y metódica de cada una de nuestras pertenencias antes de ordenarlas, por categorías. Ropa, fotos, decoración... deben separarse hasta forma una misma unidad. De esta manera, la experta asegura que además de saber dónde se encuentra cada una de nuestras pertenencias, tendremos la mente más despejada. 

Para los textiles, propone además algunos trucos infalibles para ahorrar espacio. El llamado doblado vertical o KonMari propone por ejemplo enrollar o doblar las prendas, de manera que se puedan almacenar de forma vertical.

Otra técnica clave es la de las cuatro cajas. La primera debería contener las prendas para vender, la segunda para donar, la tercera para guardar y la última para tirar. A la hora de decidir, valora si de verdad te volverás a poner esta prenda. Si han pasado más de dos años desde su último uso, no dudes en deshacerte de ella.