El origen de la televisión se remonta a 1923 en la ciudad de Hastings, Inglaterra, y la primera imagen fue emitida por su creador John Logie Baird en 1926. Desde que Baird la ideara, ya han transcurrido 100 años. Y no es ningún secreto que su popularidad ha ido en aumento con el tiempo, siendo en la actualidad uno de los elementos centrales de cualquier hogar.
Hay quienes incluso atesoran más de una. Y no es de extrañar, pues se trata de una fuente de entretenimiento e información que reúne a familias al completo a su alrededor, incluso en los tiempos que corren con el auge de las plataformas digitales, donde ver películas, series y cualquier tipo de contenido a la carta está al alcance de un solo clic desde distintos dispositivos como móviles o tablets.
Los rápidos avances tecnológicos han permitido crear televisores cada vez más sofisticados, pero también mucho más delicados, especialmente por los materiales que se usan para brindar la mejor calidad de imagen en las pantallas. A esto también cabe sumar las dimensiones que adquieren y los precios altamente competitivos, que los hacen cada vez más asequibles.
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Esto es una cuestión que, a menudo, pasamos por alto, pues mantener la pantalla de nuestra TV limpia y libre de polvo, manchas y huellas dactilares se convierte en todo un reto. Limpiarla adecuadamente es crucial para disfrutar de una experiencia visual óptima. Para ello, te desvelamos algunos trucos que te permitirán mantenerla limpia y sin riesgo de que sufra indeseados arañazos.
Cómo limpiarla, paso a paso
Lo primero que debes considerar es que la televisión esté apagada y desconectada de la corriente de energía. Así, te asegurarás de que no se produzca ningún cortocircuito, que esté frío el monitor y, además, esto te permitirá ver con mayor claridad cualquier mancha o restos de polvo.
Además de esto, también debes procurar tener elementos de limpieza adecuados para este tipo de materiales delicados. Lo idea para esto es hacer uso de un paño suave y sin pelusa. En este sentido, los mejores y más económicos que podrás encontrar en el mercado son los trapos de microfibra.
Este segundo apunte es fundamental. Evita a toda costa utilizar materiales como el papel de cocina o de baño, servilletas y similares, pues pueden resultar altamente abrasivos y terminar por dañar la pantalla de tu televisor.
Una vez lo tengas todo listo, podrás comenzar retirando las partículas de polvo con el trapo seco de la pantalla. Hazlo realizando movimientos circulares o verticales según tu preferencia y sin hacer presión al limpiar, pues recuerda que son bastante delicadas y la fuerza excesiva sobre ella podría causar daños irreversibles como roturas.
Una vez hecho esto, humedece ligeramente el paño o trapo de microfibra, con el objetivo de eliminar manchas persistentes o huellas dactilares que no hayan sido eliminadas con la limpieza en seco. Para ello, puedes hacer uso de agua destilada o alcohol isopropílico, por el contrario, adquirir un producto indicado para la limpieza de pantallas.
En caso de no tener a mano ningún producto específico, no hagas uso de limpiadores ordinarios como el limpia cristales, especialmente de aquellos que puedan contener alcohol o amoníaco, pues pueden causar un daño irreversible.
Una vez hayas frotado aquellas zonas con manchas persistentes, debes secar de forma inmediata con un paño seco y limpio, también de microfibra. Respecto a la acumulación de motas de polvo, te aconsejamos que mantengas el área limpia haciendo uso de la aspiradora y de mopas atrapa polvo.
También puedes aprovechar esta oportunidad para eliminar el polvo y las manchas del soporte de la TV, así como del marco, los cables, el mando a distancia y cualquier otro accesorio relacionado con el aparato.