En España, la llegada del otoño siempre viene acompañada de la llegada del frío. Ya entrados en noviembre, poco a poco en todos los hogares se ha empezado a poner la calefacción para que, al entrar en casa, no sintamos como este frío invade cada poro de nuestro cuerpo.

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Después de meses en desuso, es importante que nuestros radiadores estén limpios, ya que podrán no estar en condiciones óptimas. Existen múltiples maneras para proceder, pero esta que te traemos es, seguro, de las más efectivas para proceder a su limpieza. 

Limpiar el radiador con un secador 

Un truco eficaz y rápido para el que todo lo que necesitas es tener a mano un secador y una bayeta. Para proceder a la limpieza, el secador se ha de enchufar a máxima potencia y se pone en la parte superior del radiador. De esta manera, la suciedad cae hacia abajo y, pasando la bayeta, quitaremos todos los restos que puedan quedar en el dispositivo. 

Esta es una manera muy rápida de limpiar los radiadores de nuestro hogar, además de que es sencilla de realizar. También hay que tener en cuenta que este truco sirve para limpiar los radiadores por dentro, pero no debemos olvidarnos de su capa exterior, la cual podremos limpiar con agua y un chorro de amoníaco o de vinagre con jabón, por ejemplo. Para la capa externa también será útil contar con un plumero de microfibra. 

Otra de las opciones para limpiar por dentro el radiador es adquirir un cepillo limpia radiadores. Este es muy similar a los que se utilizan para quitar la suciedad que se queda incrustada en los filtros de las lavadoras. Lo importante a la hora de comprar uno de estos cepillos es que no sean muy anchos, para poder abarcar bien las filas del radiador. 

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Cómo quitar las manchas de los radiadores

Como bien hemos dicho, los radiadores no solo se ensucian por dentro, sino también por fuera. Con el paso del tiempo, es probable que salga alguna mancha en la parte exterior, teniendo en cuenta que la mayoría de estos dispositivos suelen ser blancos y, por lo tanto, más propensos a la suciedad. 

En este caso, el desengrasante con agua puede ser una opción que te ayude a eliminar esas manchas imposibles. Asimismo, habría que pasarle un trapo seco con fibras especiales para capturar el polvo. Si las manchas persisten, o incluso si se aprecia algo de óxido, se puede optar por una opción más agresiva como es el amoníaco. 

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Es fundamental mantener una limpieza regular de los radiadores, ya que esto te ayudará a optimizar su funcionamiento. Si el aparato no tiene capas de polvo, estará listo para funcionar sin nada que entorpezca su funcionamiento. 

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