Ladrar sin parar, destrozar la casa cuando están solos o morder a cualquiera que se le acerque. Todas estas son conductas problemáticas que pueden afectar a nuestros perros. Cuando se hacen insoportables, no queda más remedio que acudir a un especialista para que nuestros sabuesos y nosotros vivíamos más tranquilos.
Esto es precisamente lo que recomienda el veterinario Manuel Lázaro Rubio, de la Clínica Veterinaria Mirasierra y uno de los portavoces del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid. Explica que es fundamental hacerlo antes de recurrir a otras medidas. “Las alteraciones del comportamiento son, sin lugar a dudas, la principal causa de eutanasia o abandono de animales”, explica.
“El veterinario es la primera persona a la que consulta un propietario cuando se encuentra con dificultades en la relación diaria con su animal”, explica Manuel Lázaro Rubio, veterinario del Centro Veterinario Mirasierra, y uno de los portavoces del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid.
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Y cuenta que, cuando acuden a su consulta para exámenes o vacunaciones rutinarias u otras patologías, los dueños suelen comentar acerca del comportamiento de sus mascotas. “Esto es lo que se conoce como ‘medicina del comportamiento’”, aclara. También se suele denominar etología clínica.
Especialistas etólogos
La agresividad, los ladridos exagerados, la timidez o la ansiedad tienen serias repercusiones en la convivencia y bienestar de los animales. “No es solamente un asunto de propietarios demasiado preocupados, los problemas relacionados con el comportamiento tienen una presencia mucho mayor de lo que pensamos y entrañan riesgos claros”, señala Lázaro.
Un aspecto importante a resaltar, de acuerdo con el especialista, es "diferenciar entre una conducta que es indeseable para el propietario, pero propia de su especie, como ladrar a las personas que pasan o perseguir a los gatos, y una que sea claramente patológica como la 'ansiedad por separación' del dueño". En ambos casos se requeriría un tratamiento, pero los enfoques son distintos.
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La etología clínica se encarga de eso mismo. Lázaro especifica que es un campo que va ganando cada día más reconocimiento y no solamente involucra a los profesionales veterinarios. Es una disciplina a medio camino entre la biología y la psicología experimental que diferencia entre las actitudes consideradas normales para los perros (y otros animales domésticos) y las que no se presentan en la naturaleza.
Los adiestradores, educadores y personas con interés en el tema también forman parte del amplio abanico de especialistas etólogos. “Pero los veterinarios son los únicos profesionales que pueden tratar este tipo de conductas en todas sus dimensiones”, advierte Lázaro.
¿Cómo se desarrollan las consultas con un etólogo?
Charla con los dueños. El etólogo hablará con las personas que conviven con el animal y le hará una serie de preguntas.
Análisis conductual. Además, el especialista hará un diagnóstico, observando al gato o perro en su entorno habitual.
Plan de trabajo. Después, dará una pauta terapéutica con el número de sesiones a realizar y las distintas intervenciones que haya que aplicar (ejercicios de modificación de conducta, modificación del entorno, adiestramiento, pautas nutricionales, etc.).
Revisiones. Normalmente, el tratamiento termina con las revisiones pertinentes para garantizar que el problema de conducta del animal se ha solucionado.
El diagnóstico correcto
El profesional etólogo veterinario posee los conocimientos y la metodología para diagnosticar a nuestras mascotas. “El diagnóstico correcto es imprescindible para enfocar estas patologías, ya que un adiestrador basa su trabajo en una conducta normal y en la creencia de que los problemas de comportamiento se deben exclusivamente a errores de manejo por parte del propietario” explica Lázaro.
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Es capaz de discernir cuándo la alteración de la conducta de nuestro perro se debe a un trastorno físico. Y puede detectar trastornos como la epilepsia, los tumores intracraneales o el hipotiroidismo: “alrededor de un 30% de las alteraciones de conducta estarían producidas por trastornos físicos”, señala.
¿Cuánto cuesta un etólogo?
La consulta de un especialista en etología canina puede variar su precio dependiendo de la ciudad en la que se viva o el tipo de tratamiento que necesite el animal. "Cada profesional fija el precio libremente", explica Lázaro.
No obstante, según indicamos anteriormente desde EL ESPAÑOL, el precio de un etólogo clínico oscila entre los 30-40 euros por consulta hasta los 150 euros.