La correa, para muchos perros, supone una gran pesadilla, la cual intentan evitar siempre que pueden: corren, tiran o la muerden hasta conseguir eso que están buscando desde un primer momento, ir sueltos por la calle. Un deseo cada vez más lejano.
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Con la nueva Ley de Bienestar Animal, los perros no pueden ir sueltos a no ser que se encuentren en zonas acotadas para ellos. En los parques y jardines de la ciudad, podrán ir sin correa entre las 19h y las 10h en horario de invierno y en horario de verano entre las 20h y las 10h.
Estas nuevas normas, que buscan favorecer el bienestar de los canes y de todo tipo de animales, ha hecho que muchos dueños tengan que replantearse ciertas actividades, entre ellas, la de llevar a su perro sin correa o utilizar aquellas que puedan causar lesiones al animal, en particular, collares eléctricos o de castigo.
Por este motivo, es muy importante que tu mascota no vea la correa como un enemigo y que empiece a relacionarla con algo positivo. La veterinaria Patricia Franco, gerente en la clínica Los Peñascales, nos ofrece consejos para hacerle más feliz durante la hora del paseo.
Estímulos positivos
Si tu perro está acostumbrado a ir suelto por la calle y ve la correa como un objeto de retención, existen algunas maneras para que consiga cambiar su percepción y la vea como algo positivo. Algo como asociar ese comportamiento a una recompensa.
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En el momento en el que vayas a ponerle la correa, ten a mano su chuche favorita. La característica principal de los perros es que relacionan comportamientos a actos de manera muy rápida. Al igual que cuando hacen algo mal, agachan las orejas y esperan impacientes a que les regañes, cuando hacen algo bueno, esperan una recompensa.
Si cada vez que vas a ponerle la correa, relaciona la acción a un estímulo positivo como es darle una chuchería, su comportamiento y su visión acerca del objeto cambiará en tan solo unos días. Al cabo de varias semanas, el animal sabrá relacionar que le están dando una chuchería porque está poniéndose la correa.
¿Qué correa es mejor?
Aunque pensemos que el tipo de correa no influye en el paseo de nuestras mascotas, lo cierto es que sí lo hace. Ellos se sienten más cómodos con unas u otras, dependiendo de diferentes factores, tales como su peso.
Si tu perro es de raza chihuahua o pincher, las correas extensibles son más cómodas para ellos. Al no tener mucha masa corporal, podrán correr y sentirse libres con esa correa y tú puedes sentirte seguro de que van atados.
Sin embargo, si la raza de tu perro es una con mucha más fuerza, ya sea un bull terrier o un american Stanford, la veterinaria explica que es mucho mejor una correa más fuerte, para que puedas manejar mejor la situación.
A la hora de la elección sobre qué correa comprar, encontramos dos principales modelos: aquellas que van agarradas al cuello o los arneses que sujetan todo su cuerpo. Si escoges un collar, a la hora de tirar de tu perro, él va a notarlo el doble y puede suponer grandes problemas en su salud.
Los arneses, al contrario, sujetan toda la parte del tórax, del abdomen y parte del pecho, con lo cual, a la hora de tirar distribuyes el peso, ya no está solo centrado en la parte del cuello. Para ti es mejor y para ellos, mucho más cómodo.
¿Correa en casa?
Muchas personas deciden dejar a sus mascotas en casa con la correa o el arnés puesto, ya sea por pereza de quitársela, por la comodidad de después no tener que ponérsela o incluso, por simple estética.
Este acto puede llegar a ser perjudicial para nuestra mascota, puesto que, cuando están fuera, el collar se humedece y se queda la humedad en la tela de la correa. Esa humedad puede llegar a provocarles dermatitis.
Aparte de la dermatitis, el agente externo, como es la correa, puede provocar que se les caiga el pelo en esa zona y se convierta en un área mucho más sensible a diferencia de otras de su cuerpo.
El hecho de que no le quites el collar cuando está en casa, puede llegar a suponer para ellos una molestia muy grande, a la que terminan por acostumbrarse.
Si asocian la correa con un estímulo negativo, nunca va a ser beneficioso.