¿Alguna vez te has encontrado los tomates o brócolis de tu huerta cubiertos de pequeños insectos? Es muy probable que se trate de pulgones, unos pequeños insectos que pueden causar auténticos estragos en forma de daños y enfermedades en las huertas o jardines.
De la familia de los áfidos, se trata de una de las plagas más destructivas que atacan a las plantas en regiones templadas —como España—. De las 4.000 especies de áfidos, 250 son dañinas para los cultivos y pueden ser de color verde, amarillo, marrón, rojo o negro.
Estos diminutos insectos perforan los tallos de las plantas —especialmente en los nuevos brotes— y succionan la savia rica en nutrientes que las plantas necesitan para prosperar. A menudo, también pueden transmitir virus como el virus del mosaico del pepino (VMP).
Aunque por lo general no son dañinos en una cantidad moderada, los pulgones se multiplican rápidamente y se pueden convertir en una plaga. Por tanto, si quieres que tu jardín y huerto prospere, es fundamental mantener a raya la población de pulgones. Y, afortunadamente, existen métodos completamente naturales para hacerlo, sin tener que recurrir a ninguna sustancia química y de forma completamente segura.
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Así, uno de los métodos más eficaces para ahuyentar los pulgones de nuestro huerto o jardín es contar con plantas que repelen de forma natural a estos insectos. No obstante, señalan desde Verdecora, “no son un escudo protector general contra cualquier amenaza, ni pueden suplir la contundencia de los productos insecticidas”. Por tanto, contar con plantas que repelen las plagas no es excluyente de tener que utilizar en ocasiones insecticidas —por fortuna, existen opciones ecológicas—.
Estas son algunas de las plantas que te ayudarán a combatir al pulgón en tu huerto o jardín.
Menta
La menta es uno de nuestros mejores aliados para combatir a los pulgones. Esta hierba aromática contiene aceites volátiles que pueden ayudar a repeler a estos diminutos insectos, al mismo tiempoque atrae a insectos benéficos. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que se trata de una planta invasiva y podría adueñarse por completo de tu jardín.
Para evitar su expansión, generalmente se recomienda que se plante en macetas —aunque se entierre en tierra—, ya que de esta manera se crea una barrera artificial. Además, es aconsejable cortarla frecuentemente para liberar aceites y evitar que la planta se convierta en semilla.
Romero
Al igual que la menta, el romero puede atraer a los enemigos naturales de los áfidos y contiene aceites volátiles que tienen un efecto repelente sobre los pulgones. Además, se trata de una planta aromática fácil de plantar y muy resistente. “Es resistente a la sequía, poco exigente con el tipo de suelo y no suele verse afectada por las plagas”, señalan desde Verdecora.
Capuchina
La capuchina, señalan desde The Free Range Life, funciona como una planta trampa, ya que atrae a los pulgones y evita que vayan hacia otros cultivos. Por ello, si se opta por esta planta, hay que estar muy atentos para eliminar y destruir las infestaciones y poder controlar la cantidad de pulgones en el jardín. Lo positivo de las capuchinas es que crecen bien con la mayoría de las plantas.
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Caléndula
Además de sus espectaculares y coloridas flores, la caléndula es un repelente natural de plagas en el huerto. Tal y como explican desde Verdecora, no sólo tiene una gran capacidad para repeler pulgones, mosca blanca y nematodos, sino que también es un imán para los insectos que son beneficiosos para nuestra huerta o jardín. Entre estos últimos destacan los sírfidos, que son los enemigos naturales del pulgón.
Aceites esenciales
Además de las plantas, los aceites esenciales también pueden ayudar a controlar las plagas de pulgones de nuestros huertos y jardines. Una mezcla de cuatro gotas de cada uno de aceites esenciales de tomillo, mental, clavo y romero mezclados dentro de una botella rociadora llena de agua puede ahuyentar a los pulgones. Otros aceites que pueden funcionar bien son los de neem, cedro o albahaca.
También podemos utilizar ajo machacado junto con el agua, ya que su fuerte aroma interrumpe el sentido del olfato de los pulgones, manteniéndolos alejados de las verduras y hortalizas. Eso sí, el ajo se debe mantener alejado de los guisantes o los frijoles.