Volvemos a hacerte viajar hasta el norte de España y esta vez a Cantabria, una de esas comunidades pequeñas pero de enorme belleza y con la mezcla perfecta de mar, montaña, lluvia, una paleta de colores que quitan el hipo y todo ello acompañado de la mejor gastronomía. De hecho, de sus 102 municipios muchas veces resulta casi imposible escoger con cuál quedarse, por ello esta vez te traemos esta escapada para conocer uno de los pueblos cántabros más pintorescos y antiguos de la comunidad.
Un destino perfecto para escaparte y relajarte un fin de semana, que encontrarás a tan solo una hora de Santander y a cuatro horas y media de la capital española. Un pintoresco pueblo situado en plena comarca del Saja-Nansa y por el que querrás aprovechar para perderte por sus calles y casas de estilo montañés y arquitectura rural típica de Cantabria, además de rematar la visita degustando el típico y delicioso cocido montañés. ¿Aún no sabes de qué pueblo se trata? Te lo contamos.
El pueblo más pintoresco de Cantabria que tienes que visitar
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Situados en entornos naturales de gran belleza y valor, maravillosas gentes y con arquitectura típica, son muchos los pueblos bonitos y lugares de interés que pueden encontrarse en Cantabria y que merecen una visita. Pero en esta ocasión queremos hablarte de uno de ellos que precisamente destaca por tratarse de uno de los pueblos más pintorescos de la comunidad.
Se trata en este caso, del único núcleo de población incluido en el Parque Natural Saja Besaya y se sitúa en una pequeña vega del río Arzoya, justo al pie de las montañas de la divisoria cantábrica. Un pueblo que destaca también por lo tradicional de su arquitectura y la densidad de la trama edificada, que lo convierten en un núcleo especialmente compacto en el que apenas hay hueco para aprovechar más el espacio.
Un lugar catalogado como Conjunto Histórico - Artístico desde 1979 y en el que pueden encontrarse algunas visitas imprescindibles e históricas como la iglesia de Santa María (del siglo XVII), las antiguas casas rectorales, las casonas montañesas típicas o las hileras de casas de dos plantas con solana y soportal típicas de la arquitectura montañesa de Cantabria. Todo un testimonio visual de la historia y antigüedad de este pueblo conocido como Bárcena mayor.
Qué ver en Bárcena mayor
Este pequeño pueblo montañés de poco más de 80 habitantes, se encuentra enclavado en pleno corazón del Parque Natural Saja Besaya, de ahí que su arquitectura montañesa contraste a la perfección con un impresionante paisaje verde de naturaleza. Toda una mezcla capaz de hacer retroceder en el tiempo a cualquier visitante que se acerque a esta localidad.
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Cerramientos de balcones, casonas típicas, solanas en esquina, un curioso reloj de sol, una casa pasadizo... En este pueblo cántabro no faltan detalles para satisfacer la vista del turista. Desde la calle La Calleja, donde se encuentra la antigua escuela, a la calle "La Larga" junto al río Argoza, pasando por La Franca y su Casa Rectoral, la plaza, la iglesia o el lavadero. Pasear por estos y cada uno de los rincones de este pueblo conseguirá trasladarte tiempo atrás.
En concreto, su iglesia data del siglo XVII y es de estilo barroco montañés con una planta rectangular y dos naves divididas en tramos. Destaca también su interior con bóvedas de crucería con restos de policromía y uno de los cinco retablos de la Inmaculada.
Y es que, esta no deja de tratarse de una de las poblaciones montañesas con mayor valor etnográfico por su tipología y conservación. Una población formada en un único barrio que a su vez se encuentra formado por dos calles, al norte La Calleja y al sur la calle Larga, unidas entre ellas por un maravilloso entramado de corrales, callejones e hileras de casas con orientación sureste y en su mayoría de los siglos XVII-XVIII.
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Cómo llegar a Bárcena mayor
Este destino perfecto para escaparte un fin de semana, lo encontrarás a tan solo una hora de Santander y a cuatro horas y media de la capital española:
El cocido montañés, una de las señas de identidad de Bárcena mayor
La gastronomía también destaca en esta localidad precisamente por su calidad. Y es que, en este pueblo también podrás degustar el típico cocido montañés en alguno de sus numerosos restaurantes aptos para todos los bolsillos.
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Una comida perfecta para la temporada de otoño e invierno e ideal para recuperar fuerzas después de alguna de las largas rutas de montaña que podrás encontrar alrededor de esta localidad. En concreto, uno de los restaurantes más recomendados para disfrutarlo lo encontramos en La Solana de Bárcena mayor.
Para disfrutar de su delicioso cocido montañés te recomendamos que no te olvides de reservar, ya que se trata de uno de los más concurridos de la localidad y que tampoco te pierdas su rica tarta de sobao, uno de sus postres más codiciados.