Las relaciones de pareja y como entendemos el amor han cambiado drásticamente en los últimos años. Las nuevas tecnologías, como las redes sociales o las aplicaciones de ligar, han abierto la puerta a una nueva forma de encontrar pareja, y las nuevas generaciones se encuentran ante un abanico de posibilidades muy amplio en cuanto a las relaciones se refiere.

[¿Estás perdiendo el tiempo con alguien? Descubre cómo saberlo con estas 5 señales de que sí]

Si bien, la mayoría de la población sigue apostando por relaciones monógamas, cada vez se da más visibilidad a otro tipo de relaciones como las parejas abiertas o las poliamorosas.

También existen muchos más términos para denominar conductas nocivas dentro de la pareja: gaslighting, ghosting, benching, y muchos más.

Con todos estos términos, es normal acabar con la cabeza echa un lío y sin saber que queremos realmente. Para que esto no ocurra, hoy vamos a contarte que significa tener un crush en el mundo del amor.

¿Qué significa crush?

Crush en inglés significa aplastado, y suele utilizarse para describir el impacto que tiene que dos coches se choquen. Pero su uso en el campo del amor no está directamente ligado a su traducción.

En este ámbito, tener un crush es algo parecido a tener un flechazo o enamorarse perdidamente de alguien a primera vista. Se usa esa palabra porque la rapidez del enamoramiento es rápida y explosiva, igual que un choque de coches.

Un crush es un amor imposible y platónico. Se relaciona con la ilusión que te produce esa persona más que con la obsesión o la necesidad de estar con ella. Es una especia de amor inalcanzable.

Tipos de crush

  1. Conocidos: Puedes tener un crush dentro de tu entorno, que esté cerca, pero que por diversas razones nunca llega a formar parte de tu vida, lo que produce que nunca dejes de pensar en esa persona.



  2. Desconocido: Aquí entran en juego las redes sociales y el nacimiento de este término. Los crushes más normales son los que se tienen con personas que no conoces físicamente, que sigues en redes sociales y que, casi siempre, suelen ser personajes públicos como cantantes, actores o influencers.



    Parece difícil “enamorarse” de una persona que no conoces, pero con el uso de aplicaciones como Instagram o TikTok donde la gente comparte gran parte de su vida, al final acabas sintiendo a esa persona como alguien cercano y albergas cierta esperanza de conocerlo en un futuro.



    Si bien es cierto que hay gente que logra conseguir que este amor platónico se vuelva real, las posibilidades de que esto ocurra son muy bajas. De hecho, la idea de tener un crush significa que este amor no llegue a consolidarse nunca. Si se consolida, el significado del término pierde el sentido.

¿Cómo afecta a nuestro cerebro tener un crush?

Cuando tenemos en nuestra cabeza un amor imposible, el cerebro genera un neurotransmisor llamado dopamina, que se produce proporcionalmente al grado de deseo que se tiene por esa persona.

En una relación donde existe reciprocidad, el cerebro genera oxitocina, la hormona que crea el apego hacia una pareja. Pero esto no sucede con alguien inalcanzable.

Al tener un crush, el enamorado fantasea con que en algún momento logrará tener la atención de la persona en cuestión, y esto produce una motivación que alimenta ese sentimiento.

Este tipo de amores no duran más allá de un año, que es el periodo de tiempo que dura la interacción fuerte que se produce en el cerebro y que nos lleva a “perder la cabeza y cometer locuras por amor”.

En el caso de que sea alguien famoso, se suelen generar dinámicas como comprar todos los pósteres, discos, películas o ropa que saque dicha persona, y se tiende a intentar parecerse a esa persona admirada para establecer un cierto vínculo con ellos, aunque este vínculo no sea real.

Como mencionábamos anteriormente, aquí influyen mucho las redes sociales, que han creado respuestas inmediatas que hacen que nos sea más fácil saberlo todo de esa persona y soñar con esa posible reciprocidad.

En definitiva, tener un crush es lo más parecido a tener un amor platónico. Y, aunque este término haya surgido con la aparición de nuevas tecnologías, de toda la vida hemos adornado las paredes de nuestro cuarto o las carpetas que llevábamos al colegio, con fotografías del actor o cantante de moda que nos gustaba en aquella época.

Afortunadamente, tener un crush no dura para siempre, y tarde o temprano, una acaba dándose cuenta de la imposibilidad de esa relación.