Crecemos con la idea de que ir a terapia de pareja es sinónimo de que algo va mal en la relación. Lo hemos visto en infinidad de películas y series: una pareja a punto de divorciarse que, desesperados, deciden pedir ayuda a un profesional como último intento de salvar su relación.
[Susana del Corral, psicóloga: "No es necesario tener una patología grave para ir a psicoterapia]
Debemos acabar con este prejuicio que es completamente erróneo. Acudir a terapia de pareja cuando no hay ningún problema, aporta multitud de beneficios, entre ellos ayuda a fortalecer vínculos y, sobre todo, a evitar futuros problemas que puedan surgir.
¿En qué consiste la terapia de pareja?
La definición exacta de terapia de pareja es ese momento puntual en una relación sentimental, donde ves que hay una dificultad que no puedes solucionar y sientes la necesidad de acudir a alguien que te oriente en el conflicto. Con esta definición, es normal que asociemos este término a algo negativo.
Pero la terapia de pareja también es un punto neutral de gran utilidad para encontrar salidas saludables a una situación que genera desequilibrio. Es neutral porque el especialista no toma partido en el conflicto, no se pone de lado de ninguna de las partes y su único objetivo es guiar la situación para generar una tranquilidad en ambas personas.
Las relaciones no vienen con manual de instrucciones, y es normal pasar épocas peores en las que sientes que no encajas con tu pareja o que algo no acaba de ir como tú deseas. No tiene por qué ser algo grave ni significar que tengas que acabar con la relación.
Al final cada persona es diferente, nos criamos de manera distinta y, por lo tanto, amamos y nos relacionamos como hemos aprendido hasta ahora, por lo que es habitual chocar y que se generen situaciones de conflictos.
Lo importante es no huir de estas situaciones, si no afrontarlas de manera conjunta. Para esto, la terapia de pareja es inmensamente beneficiosa.
Beneficios de acudir a terapia de pareja
- Conoces más a tu pareja: Solemos pensar que conocemos a nuestra pareja al completo, pero esto no suele ser así. Al final hay muchos pensamientos y actitudes que pasan desapercibidas en el día a día, y que solo salen en medio de una terapia, por lo que descubrirás aspectos de tu pareja que hasta ahora te eran desconocidos y que te ayudarán a entenderla mucho mejor.
- Te conoces mejor a ti mismo: Hay veces que tenemos actitudes y comportamientos que no sabemos muy bien de donde vienen. Para acabar con ellas, es importante saber de donde vienen para trabajarlas y reconocerlas, y esto es un trabajo que se hace mucho en terapia.
- Construyes objetivos en común: Al acudir a terapia de pareja, tenemos el mismo objetivo: solucionar un problema específico, mejorar la comunicación, etc. Tener una meta compartida hace que se conecte mucho más y que haya un motivo que sirva de impulso para dar lo mejor de uno mismo y seguir construyendo un proyecto de vida juntos.
- Mejoras la comunicación: Aprendes a escuchar, a no juzgar, a entender lo que el otro quiere de la mejor manera, a no tomarme las cosas personales y a comprender que las recomendaciones no son ataques contra ti, sino oportunidades de crecimiento en tu relación.
- Pierdes el miedo a expresar sentimientos, emociones y preocupaciones.
- Evita que pequeños problemas se conviertan en grandes crisis.
- Ayuda a construir una relación fuerte, basada en la confianza, el amor, la comunicación y el respeto.