Esta tendencia, que viene pisando fuerte en algunos países del mundo, como EE.UU., también recibe otros nombres como 'divorcio de plata' o 'de diamante'. La razón principal es que afecta a las parejas adultas con "canas" que llevan años de relación. Pero ¿en qué consiste?
El divorcio gris es literalmente la separación de parejas mayores de 50 años y se trata de una tendencia más común de lo que se puede pensar.
Muchos estudios, entre los que se encuentra el liderado por Susan L. Brown y publicado en The Journals of Gerontology, avalan que la tasa de divorcio entre los mayores de 55 años ha sufrido un aumento del 50% entre 1990 y 2010. A esto se le suma que, aproximadamente, 1 de cada 4 divorcios en el año 2010 se dio en personas mayores de 50 años.
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Algunas de las parejas españolas que han formado parte de este fenómeno son Bertín Osborne y Fabiola Martínez, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina o Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler.
Afortunadamente, el número de divorcios en España ha ido disminuyendo a lo largo de los años. Según el INE, en 2022 hubo alrededor de 84.000 divorcios en comparación con los 118.000 divorcios de 2008. Sin embargo, la cifra más reciente de divorcios sí que sitúa la edad media de la separación entre los 40 y los 50 años.
¿Por qué nos divorciamos?
No debemos olvidar que el matrimonio no implica un pacto de por vida que obliga a la otra persona a estar ahí pase lo que pase. Las relaciones se deben construir a diario y deben alimentarse para que no decaigan. Si no se hace, las consecuencias pueden ser:
- Una comunicación pobre
- Desarrollar personalidades, valores y objetivos incompatibles
- Un cambio de prioridades
- Una infidelidad y/o la falta de confianza
- Que la persona se sienta atrapada en la relación
- Que las necesidades de una o ambas partes no se satisfagan
El paso del tiempo, la entrada a la rutina y el aumento de compromisos con la otra persona pueden causar que estos factores tengan mayor influencia cuanto más larga sea la relación.
Sobre todo, una de las causas que más afecta, y más a una edad adulta, es la posibilidad de conocer a una tercera persona debido a una pérdida de interés en tu pareja. Por eso, es común que muchas relaciones que en un inicio no tenían discordancias se acaben desgastando y terminen en divorcio.
Divorcio gris: ¿qué hay que tener en cuenta?
No es fácil separarse de una pareja en ninguna ocasión. Sin embargo, al divorcio gris se le suman factores del que carecen otro tipo de relaciones, lo que puede hacer que la ruptura y el duelo sean más complicados.
La pareja debe plantearse qué va a pasar con los amigos que comparten en común, la vivienda en la que residían o cómo se van a repartir los bienes, entre muchas otras cosas. Algunos aspectos que deben tenerse más en cuenta son:
- Pensión alimenticia: este tipo de pagos son más comunes en los divorcios grises.
- Cuentas de jubilación: pueden salir afectadas durante el proceso.
- Hijos: aunque suelan ser adultos, también sufren las consecuencias emocionales del divorcio.
- Contratos prenupciales: permiten a los cónyuges dividir sus bienes por escrito, y deberán tenerse en cuenta durante el divorcio.
- Rehacer la vida y volver a casarse: es probable que notes un cambio en la dinámica de las nuevas relaciones.
Aunque sea un fenómeno común, es posible evitar el divorcio gris recuperando el amor, la conexión y el entendimiento que la pareja en algún momento llegó a tener.