Crecemos con la idea de que el amor tiene que ser fácil y tu pareja perfecta. Conforme vamos creciendo, nos damos cuenta de que esto no es así. El amor se construye cada día, y requiere de mucho esfuerzo y compromiso mantener una relación estable y segura.
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Los expertos lo llaman divorcio del sueño o sleep divorce. Consiste en tomar la decisión de dormir en camas separadas, aunque conviváis bajo el mismo techo. Esta decisión tiene que venir de parte de los dos, ya que si un miembro de una pareja no está de acuerdo y acaba aceptando por presión, no funcionará.
Esto puede parecer una medida muy drástica, pero en realidad es un hábito muy simple que puede mejorar la situación de nuestra relación en múltiples aspectos. Un estudio publicado en 2014 concluyó que había una conexión enter las dinámicas del sueño y de las relaciones.
El dormir mal puede provocar un aumento en los conflictos y en las peleas. Nadie está de buen humor tras una mala noche, y la falta de sueño puede afectar en nuestra capacidad de empatía, la base de cualquier tipo de relación. Nos costará mucho más ponernos en el lugar del otro y comprender sus necesidades y sentimientos.
Además, provocará que, diferencias que no tienen mayor importancia, acaben convirtiéndose en grandes conflictos por no haber sabido gestionarlo bien desde un principio.
Dormir juntos es una práctica habitual en las relaciones, por lo que dejar de dormir de forma conjunta de un día para otro puede resultar raro y acabar mal si no sabemos como hacerlo. Por eso, existen dos estrategias que pueden servir para probar si, el divorcio del sueño, es para nosotros.
Dormir separados solo entre semana
Los días que trabajamos aumentan el estrés y la ansiedad, ya que son días en las que tenemos unos horarios muy estrictos, presión y poco tiempo libre. Dormir separados asegurará que ambas personas puedan descansar bien, sobre todo si se tienen horarios distintos.
Por otro lado, los fines de semana se volverán más especiales. Serán días de reconectar con nuestra pareja y que esperemos con ganas, ya que nos apetecerá volver a tener esa intimidad en pareja que no tenemos durante la semana.
Priorizar una rutina conjunta antes de dormir
Es importante tener una buena rutina antes de dormir para que el cuerpo poco a poco vaya sintiendo que es momento de descansar. Esta rutina podemos hacerla en pareja de diferentes formas: ver una serie juntos, hablar sobre cómo ha ido el día o simplemente practicar meditación o técnicas de relajación.
Tener una rutina juntos antes de irnos a la cama nos da la oportunidad de tener ese momento para conectar con nuestra pareja incluso en los días más estresantes, pero también nos permite asegurarnos de que ambos estamos preparados mentalmente para descansar.
Después de haber pasado ese momento diario de tiempo de calidad, cada uno puede irse a dormir a su cama o a su habitación, sin sentir que estamos dejando nuestra relación de lado y asegurándonos de que la conexión emocional sigue intacta.
Dormir en camas separadas no tiene por qué ser una señal de que nuestra relación no va a bien o de que tiene que acabarse. Todo lo contrario. Puede llevarnos a establecer dinámicas de pareja más sanas, con mayor empatía y capacidad de entendimiento entre ambos.