Solo con el olor se puede identificar el estado de ánimo de una persona. Has leído bien. El olfato es una herramienta al servicio de la supervivencia del ser humano, como lo pueden ser otros sentidos como el tacto. Además, se relacionan con la memoria y las emociones, siendo un factor que influye a la hora de encontrar a la pareja adecuada.
¿Cómo olemos? Y, lo más importante, ¿por qué algunos olores corporales nos atraen más que otros? La respuesta a la primera pregunta es sencilla, y tanto que hasta un estudiante de primaria podría contestarla satisfactoriamente. Todo olor parte de la nariz, donde hay alrededor de 450 tipos distintos de receptores olfativos que captan las distintas moléculas que hay suspendidas en el aire. Para la segunda pregunta, algo más compleja, hay que echar mano de la neurociencia.
El encargado de los olores es el bulbo olfatorio, una estructura situada en la parte frontal del cerebro que envía información al cerebro. Los olores se dirigen directamente hacia el sistema líbico, donde se encuentran la amígdala y el hipocampo, las regiones que se relacionan con la emoción y la memoria. Esto explica por qué hay ciertos olores que activan los denominados recuerdos proustianos —que ocurre cuando nuestros sentidos captan un olor muy familiar y rescata algunos recuerdos enterrados en lo más profundo de la mente—.
El olfato es importante para la atracción. Influye en cómo percibimos a las personas. Varios estudios han demostrado que las señales olfativas pueden darnos información sobre el atractivo, el sexo y el afecto de las personas. Así como ser una fuente de infomración quimiosensocial sobre diversos aspectos personales, como el estado de salud (o enfermedad), el estado ovulatorio, y algunas cualidades de la personalidad.
Estas señales olfativas también han demostrado influir en nuestros juicios visuales. Por ejemplo, en función del olor nos cae mejor o peor una persona, o nos agrada o disgusta una obra de arte. Además, la presencia de un aroma no sólo influye en la impresión que se tiene de otras personas, sino que puede afectar a la autopercepción, aumentando posiblemente la autoestima.
Un olor muy personal
Todas las personas tienen un olor personal, muy a pesar de las infinitas pulverizaciones de perfume que tratan de camuflarlo. La mayor parte de nuestro potente olor corporal procede de un tipo de sudor que emerge de las glándulas apocrinas de nuestras axilas. Pero lo que segregan no es la misma sustancia que los torrentes de sudor que rezuman de nuestro cuerpo tras hacer deporte.
Cuando sale de nuestros poros, el sudor es relativamente inodoro. Entonces, ¿de dónde proviene realmente ese apestor? El desagradable aroma surge cuando las bacterias que viven en nuestras axilas se alimentan del sudor y liberan olores. Aunque puede cambiar en función de nuestra dieta y nuestra salud, lo que realmente hace que distinto a nuestro olor es la genética.
"Los investigadores creen que un grupo concreto de genes, el complejo mayor de histocompatibilidad, desempeña un papel importante en la producción de olor", explican tres investigadores en un artículo reciente para The Conversation. Estos genes, añaden, "intervienen en la respuesta inmunitaria del organismo y se cree que influyen en el olor corporal al codificar la producción de proteínas y sustancias químicas específicas".
En una investigación de 2017 se logró identificar el sexo, el género, la raza y la etnia de las personas en función de su olor. A través del análisis de las combinaciones de determinados compuestos recogidos de las manos, los investigadores podían distinguir entre raza y etnia con una precisión del 72% en el caso de los blancos, del 82% en el de los asiáticos orientales y del 67% en el de los hispanos. Y en cuanto al género, los participantes podían distinguirse como hombres o mujeres con una precisión global del 80%.
Love is in the Air
De la misma forma que cuando te encuentras cerca de una persona es posible que sientas su calor corporal, al menos de manera residual, también puedes olerla sin acercarte mucho. La transpiración permite que el olor se libere (para bien o para mal). Al hacerlo, la corriente de aire saliente dispersa las millones de células que segrega el cuerpo hacia el entorno; y estas, tal como señalan varios investigadores para The Conversation, "actúan como barcos o balsas que transportan las secreciones glandulares y los microbios residentes -una combinación de ingredientes que emiten tu olor-".
En el cóctel del olor corporal, los ingredientes que más destacan son los perfumes y fragancias artificiales, pero lo cierto es que son solo la punta del iceberg de un olor más profundo que define nuestros hábitos y estado de salud. Estos factores son los que tiene en cuenta nuestro cuerpo para elegir una pareja. Por ejemplo, se ha visto que los hombres encuentran más agradable y atractivo el olor corporal de las mujeres durante la fase folicular del ciclo menstrual, cuando las mujeres son más fértiles, y menos agradable y atractivo durante la menstruación.
Por otro lado, las mujeres heterosexuales preferían el olor corporal de los hombres heterosexuales cuyos sistemas inmunitarios eran lo suficientemente diferentes como para que cualquier descendencia tuviera sistemas inmunitarios sanos. También se ha sugerido que los altos niveles de testosterona podrían mejorar el olor de los hombres. Así, el criterio más importante a la hora de elegir una pareja sería la salud y el potencial para satisfacer las necesidades de reproducción del ser humano.
De la misma forma, hay indicios de que el olor sirve para identificar las relaciones platónicas. Un estudio de Noam Sobel, del Instituto Weizmann de Israel, publicado en 2022, apuntó a que las personas que se hacen amigas rápidamente huele de forma similar. El olor también es un factor que tiene en cuenta el cuerpo para elegir las amistades.