Si tuviéramos que definir la situación de la salud mental en la actualidad, mediática sería la palabra que mejor encajaría. Tras los confinamientos provocados por la pandemia, la demanda de atención en salud mental se ha disparado y cada vez hay más gente que habla abiertamente sobre su necesidad de ir a terapia.
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Lo vemos en rostros conocidos como el streamer, Ibai Llanos, que comparte con total naturalidad en sus redes sociales que va al psicólogo, o el caso de la atleta olímpica Simone Biles, que renunció a competir en algunas pruebas para cuidar de su salud psicológica.
Todo esto ha provocado que las búsquedas en redes sobre como sentirse mejor hayan aumentado y que la salud mental cada vez esté más presente en las conversaciones que mantenemos en nuestro día a día. Sí, la salud mental está de moda, pero por desgracia aún existe mucha estigmatización y prejuicios.
En el ámbito laboral es donde más se sigue notando ese 'miedo' a expresar claramente que sufrimos de alguna dolencia de salud mental, no existe un entendimiento compartido sobre cómo abordar el tema en el trabajo y la mayoría de las veces optamos por no contarlo por las posibles consecuencias.
Esto no solo perjudica a tu salud mental, sino que también puede afectarte en el rendimiento y las consecuencias pueden ser aún peores, llegando incluso al despido. Por eso, os dejamos una pequeña guía sobre cómo hablar con tu jefe sobre salud mental.
Limita la información
Hablar con sinceridad sobre salud mental es algo positivo y que cada vez está más integrado en nuestra sociedad, pero la realidad es que aún siguen existiendo riesgos cuando revelamos un problema de este tipo en el trabajo.
No tiene por qué darse el caso, pero muchas veces las personas que hablan con su jefe sobre depresión o ansiedad acaban siendo erróneamente etiquetadas y pueden sufrir cierta discriminación: no trabajar en un proyecto por qué consideren que es demasiado estresante, la negación de un ascenso o la limitación de responsabilidades.
Por esto, lo más seguro es que solo reveles tu afección de salud mental en el caso de que necesites solicitar unas medidas específicas que te ayuden a controlarla y, por lo tanto, a realizar un mejor trabajo.
Un ejemplo, sería sufrir de ansiedad y sentirte abrumado o estresado en una época específica y necesitar unos días adicionales en una fecha límite. En este caso, si es bueno hablar con tu superior y explicarle tu situación.
¿Cómo abordar el tema?
Lo mejor para hablar de un tema tan importante es solicitar una reunión con tu jefe e intentar crear un espacio en el que te sientas cómodo y tengas el tiempo que necesites para explicar bien la situación.
Otro consejo es normalizar el tema. Afortunadamente, acudir a terapia ya no está mal visto, todo lo contrario, es una herramienta que nos permite afrontar mejor nuestras emociones y saber lidiar con los diversos problemas que podamos tener en el día a día.
Si te encuentras en un momento en el que tu problema de salud mental te está impidiendo realizar tus tareas con normalidad, sé proactivo y propón soluciones para hacer la conversación más productiva y que tu jefe vea que tienes interés en mejorar y que te preocupas por tu trabajo.
¿Qué hacer si necesitas unas condiciones diferentes?
Igual que puedes solicitar adaptaciones en tu lugar de trabajo por un problema físico (como una silla especial si tienes problemas de espalda o un software de lectura de pantalla específico si tienes una discapacidad visual), también existe la posibilidad de pedir adaptaciones por un problema de salud mental.
Para iniciar este proceso debes acudir a Recursos Humanos y realizar una solicitud oficial de adaptación conforme lo requiere la ley. Es posible que te pidan presentar la solicitud por escrito o que tu médico complete el papeleo, pero es importante que sepas que ni tú ni tu médico tiene la obligación de revelar tu diagnóstico específico.
Una vez solicitada la adaptación (horario más flexible, diferentes tiempos de entrega) tu jefe deberá iniciar un periodo en el que ambos determinaréis cuáles son las necesidades que mejor se adaptan a tu situación.
Como sociedad vamos avanzando y en las empresas cada vez existen más ayudas y programas enfocados a mejorar la salud mental de los empleados. Si seguimos esta línea, cada vez será más fácil tratar estos temas en el ámbito laboral.