Decía Albert Einstein que lo único realmente valioso es la intuición. Es curioso que alguien tan racional y dedicado a la ciencia durante toda su vida confiara ciegamente en algo tan irracional.

Pero ¿qué es la intuición? Y, además, ¿es fiable?

Seguro que más de una vez te has dejado llevar por la intuición para tomar una decisión en tu vida o para clasificar a alguien que acabas de conocer…

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Los autores y expertos la describen como habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata, sin intervención de la razón. Según estos entendidos en la materia, la información que nos aporta la intuición tiene dos grandes valores: es pura y es rápida.

Es pura porque este conocimiento intuitivo se forma en lo que llamamos el preconsciente, por lo que este conocimiento no se ve alterado por la razón ni por nuestro diálogo interno. Y por otro lado, es un pensamiento muy rápido, ya que la intuición ayudaba a nuestros antepasados a sobrevivir.

Todos hemos oído hablar de la intuición como algo que trasciende a los sentidos, como una vocecita que te advierte, como algo mágico… La realidad es que funciona a través del análisis de detección de patrones, es decir, a través de los datos almacenados en el inconsciente. Así el cerebro consciente puede reaccionar de manera rápida sin un análisis previo y racional de la situación.

Sin duda, una de las voces más reputadas que explica cómo funciona la intuición es el doctor Mario Alonso Puig, médico especialista en cirugía general y del aparato digestivo. Se formó en el campo de la Inteligencia Humana en la Facultad Superior de Educación de la Universidad de Harvard y en el Instituto Mente Cuerpo de la Universidad de Harvard.

De dónde procede la intuición

Mario Alonso Puig asegura que “la intuición nos dice qué tenemos que hacer, pero no nos dice el porqué. Es el conocimiento de una realidad que desafía a la razón ordinaria y a los sentidos. No siempre debemos seguir lo que nos dice, pero sí debemos escucharla”.

¿De dónde viene la intuición? El doctor Puig afirma que "la epífisis es una glándula en forma de piña, muy pequeñita, que está en la región posterior del tronco del encéfalo y la glándula pineal. Es curioso porque es una glándula que no solo segrega melatonina que es muy importante en los ritmos circadianos y que tiene que ver con la luz solar y protege al cuerpo de un montón de problemas. Y es que además la melatonina es capaz de liberar sustancias, que son alucinógenas de tal manera que pueden producir visiones de orden místico, y visiones de orden suprasensorial”.

Y añade que: Carl Gustav Jung, el gran psiquiatra suizo hablaba de un inconsciente colectivo. Decía que hay un saber de la humanidad acumulado, y que de alguna manera puede producirse un downloading, y esa información podía ser descargada".

Lo cierto es que la intuición es un sentimiento que hace que pensemos que algo ocurrirá, pese a que no contemos con todos los datos para poder llegar a una conclusión así. Se basa en inferencias, por lo que razonamos tomando las partes de una realidad y rellenamos los huecos con los que no contamos con información. Las experiencias pasadas, la lógica o los patrones o secuencias que detectamos en la situación nos ayudan a ello.

Consejos para desarrollar la intuición

Según la psicóloga Nuria Laiglesia en psonrie.com asegura que podemos desarrollar la intuición a través de estos tips:

Hacer actividades que 'acallen nuestra mente' por ejemplo, pasear por la naturaleza, hacer deporte, meditar o bailar. También actividades artísticas como coser, pintar, tejer, dibujar, a o crear cualquier cosa. Al realizar este tipo de actividades llegamos a conectar con nuestro conocimiento intuitivo

Desarrollar nuestros cinco sentidos, ya que la información de la que se vale la intuición proviene de los sentidos, es bueno desarrollarlos para mantenerlos sanos. 

Nutrir nuestra psique con cultura de alta calidad, aunque no estrictamente ligado con la intuición sino con los términos como símbolos o inconsciente colectivo, el nutrirnos culturalmente ofrece "escenarios mentales" donde nuestra intuición se elabora y se recrea. 

Desarrollar la propia autoestima. Es imposible que logremos confiar en nuestra intuición sin que tengamos desarrollada una estima sincera

Conectar con el propio cuerpo a través del análisis de nuestra respiración o la actividad de nuestro corazón. Haciéndonos conscientes de nuestro propio ser.