Imagina despertarte un día y sentir que un ser querido, ya sea tu marido o mujer, tu hijo o un amigo cercano, ha sido reemplazado por un impostor idéntico. Aunque pueda sonar a trama de ciencia ficción, esta es la realidad para las personas que sufren el síndrome de Capgras.
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Se trata de una rara condición psiquiátrica que ha intrigado y desconcertado a médicos y psicólogos durante más de un siglo. Vivir con este síndrome es como vivir en un mundo donde nada es lo que parece.
En este extraño trastorno neuropsiquiátrico, las personas desarrollan la creencia inquebrantable de que sus seres queridos han sido reemplazados por impostores y están completamente convencidos de que no son quienes afirman ser.
Qué es el síndrome de Capgras
Es un trastorno delirante raro, nombrado en honor al psiquiatra francés Joseph Capgras, descrito por primera vez en 1923. Suele manifestarse como parte de un trastorno neuropsiquiátrico subyacente, como la esquizofrenia o una lesión cerebral traumática.
La persona que lo sufre cree que un conocido, generalmente un familiar cercano o un amigo, ha sido reemplazado por un doble o impostor. Aunque es poco común, los casos que se presentan arrojan luz sobre el funcionamiento de la mente humana y las relaciones personales.
La persona con este trastorno es capaz de reconocer físicamente su ser querido pero, no puede sentir la conexión emocional que normalmente tendrían. En sus mentes, la persona a la que solían amar y confiar se ha transformado en una figura extraña.
Cuáles son las causas
Aunque la causa exacta todavía es un misterio, algunos expertos consideran que se origina como consecuencia de una desconexión entre el sistema visual del cerebro y el sistema que genera emociones. Es decir, cuando nosotros vemos a alguien que conocemos, no solo reconocemos sus rasgos, sino que también sentimos una emoción de familiaridad.
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A diferencia de lo que sería lo normativo, se piensa que las personas que padecen este síndrome no conectan con las emociones, lo que lleva a la creencia de que el familiar ha sido reemplazado. Estas creencias son tan poderosas que la persona afectada puede volverse hostil o rechazar por completo a sus seres queridos.
Puede manifestarse después de un trauma cerebral o también estar asociado con enfermedades como la esquizofrenia, la demencia y otros trastornos delirantes. Sus síntomas incluyen la ansiedad, la paranoia y una desconexión emocional con la persona que se cree que es un impostor.
Vivir con el síndrome de Capgras
Se trata de una experiencia que puede llegar a ser aterradora ya que, sienten que su ser querido ha sido sustituido y no pueden confiar en él. Esto causa que, a menudo, los pacientes se aíslen.
Por otro lado, para los familiares y amigos puede ser igual de angustiante por la difícil posición en la que se encuentran al tratar de demostrar su autenticidad frente a alguien que está convencido de lo contrario. La comunicación se vuelve un desafío, y el amor y el afecto que compartían se ven amenazados. La comprensión y apoyo son fundamentales.
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Cómo se puede tratar
Los antipsicóticos han demostrado ser efectivos en algunos pacientes, especialmente en aquellos en los que el síndrome es causa de un trastorno delirante. Suele combinarse con una terapia cognitivo-conductual que puede ser beneficiosa, ayudando al paciente a reconocer y controlar sus creencias delirantes.
Para aquellos que lo sufren, el camino hacia el reconocimiento y el tratamiento puede ser largo. Sin embargo, con el apoyo adecuado es posible encontrar ayuda y comprensión. Es fundamental que la sociedad sea consciente de este tipo de trastornos para abordarlos con empatía y ofrecer la ayuda necesaria a quienes lo padecen y a sus seres queridos.
El síndrome de Capgras es un recordatorio de la complejidad del cerebro humano y de cómo nuestra percepción de la realidad puede ser influenciada por conexiones neurológicas. Esta patología subraya la importancia de la salud mental y la necesidad de comprender y apoyar a aquellos que enfrentan diariamente una batalla contra sí mismos.