En un día caluroso, un hombre se enfría con la cabeza en la nevera.

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Vivir

El sencillo truco del congelador para dormir fresco en verano sin usar el aire acondicionado

Este método ofrece un frescor inicial que reduce la temperatura corporal y facilita el sueño, sin aumentar la factura de la luz.

24 agosto, 2024 10:58

En los días de más calor del verano, en los que puede llegar a ser muy complicado poder conciliar el sueño, son muchos quienes buscan nuevas ideas para poder dormir sin problemas y sin tener que acabar pagando una cantidad desorbitada en la factura de la luz por utilizar sistemas de climatización durante todo el día. Es por ello por lo que conviene conocer el trucazo del congelador para dormir fresco todo el verano sin usar el aire acondicionado.

En este caso, hay que comenzar por vaciar y lavar bien el congelador de la nevera, para que así no queden en él restos de olores de comida. Una vez que lo hayas hecho, debes congelar las sábanas secas y la funda de la almohada justo antes de irte a dormir. Aunque se piense que esto puede hacer que la ropa de cama se convierta en auténticos ladrillos, no es así, pues los tejidos secos carentes de humedad no se solidifican por debajo del punto de congelación.

De esta manera, se trata de colocar la sábana, la funda de almohada e incluso un par de calcetines en el congelador durante 1-2 horas antes de irse a dormir, para que así puedan mantener esa temperatura baja durante bastante tiempo, de forma que cuando se va a dormir, se puede combatir el calor hasta que se concilie el sueño.

Estos primeros minutos de frescor son muy importantes, puesto que gracias a ello se conseguirá descender la temperatura corporal, lo que hará que se favorezca la conciliación del sueño. Luego, se podrá optar por usar un ventilador o un "pingüino" (ventilación con depósito de agua) para poder mantener la sensación de frescos y no despertarse con calor.

Trucos para dormir con calor

Dormir de forma cómoda cuando hay olas de calor puede llegar a ser tremendamente complicado, pues las altas temperaturas, además de dificultar el propio sueño, también afecta a su calidad. La temperatura de la habitación y del propio cuerpo tienen un impacto significativo sobre el sueño, por lo que en este tipo de situaciones puede ser necesario poner en práctica una serie de trucos para que sea más sencillo dormir, y en las mejores condiciones.

Algunos trucos o consejos para lograrlo son los siguientes:

  • Abre las ventanas: dejar las ventanas abiertas por la noche para que entre brisa fresca puede ser de gran ayuda. En este sentido, lo más recomendable sería abrir las ventanas cuando empieza a anochecer para que el cuarto se vaya refrescando. No obstante, si eres una persona que tiene problemas para dormir si escucha ruidos, puede que no sea la mejor opción para ti, si bien puedes recurrir para ello a tapones para los oídos.
  • Usa un ventilador: los ventiladores son una opción más recomendada que los sistemas de aire acondicionado desde el punto de vista del ahorro, tanto energético como del propio coste de su adquisición. De esta forma, para conciliar mejor el sueño, puedes tener encendido toda la noche un ventilador que mueva el aire suavemente. Además, puedes potenciar su efecto colocando un recipiente con hielo frente al chorro de aire, lo que hará que este llegue aportando un mayor frescor.
  • Bebe más agua: beber un vaso de agua fría antes de acostarse es muy importante, pues ayuda a que el cuerpo se hidrate y refresque, además de reponer la pérdida de agua debido al sudor.
  • Date una ducha caliente antes de dormir: si tienes calor antes de ir a la cama es recomendable darse una ducha de agua caliente, y no fría. La razón es que el cuerpo reducirá rápidamente el flujo sanguíneo a tu piel si la tomas fría, y unos minutos después, cuando el flujo sanguíneo vuelva a aumentar, se sentirá calor. Al tomar una ducha caliente, aumenta el flujo sanguíneo de la piel, y aumentará la pérdida de calor del organismo.
  • Duerme sobre hielo: otro pequeño truco que puedes poner en práctica para combatir el calor por la noche pasa por tomar una bolsa de hielo del congelador, envolverla en un paño de cocina y colocarla en la cama, en el lugar que te resulte más cómodo, o bien saca una bolsa de agua caliente y llénala de agua para llevarla al congelador. Si buscas un alivio instantáneo, puedes poner una bolsa de hielo en algunos puntos de pulso de muñecas, cuello, ingle, codos, tobillos o detrás de las rodillas, contribuyendo a que el frío llegue a todo el cuerpo.
  • Compresa húmeda: este es un método clásico que puede ayudar a la hora de perder unos grados de más por la noche, y es suficiente con humedecer un paño o una toalla, poniéndotela en la frente o en el cuerpo. No obstante, hay que tener cuidado para no excederse con el agua y no empapar las sábanas.
  • Más oscuridad: todas las bombillas desprenden calor, y durante los meses de verano, en los que hay más luz, conviene aprovechar para tratar de usar la mínima luz posible, ya que ello contribuirá a que en la vivienda haya unas temperaturas más agradables.
  • Mantén la distancia en la cama: para quienes duerman solos no es un problema, pero quienes lo hacen acompañados, para combatir el calor, es preferible que se mantengan alejados, de forma que se evitará el aumento de la temperatura corporal que viene provocado por el contacto físico existente entre las dos personas. Así, será más sencillo combatir el calor al conciliar el sueño.