Cuando nos disponemos a cenar es habitual que, una vez finalizado el plato principal, optemos por disfrutar de un postre dulce para culminar la comida. Más que algo que hagamos como pura costumbre, recurrir a ese último bocado tiene una explicación científica.
Según los nutricionistas Allyson Brigham, del Hospital Regional de Los Robles de California, y Rachael Richardson, fundadora de Nutrolution, existen diversos motivos por lo que nuestro cuerpo "quiere" ingerir alimentos dulces tras una comida o cena, y algunos de ellos no son demasiado positivos.
¿Por qué nos apetece algo dulce después de cenar?
Richardson incide especialmente en el que un antojo por comida dulce puede llegar a superar a hormonas como la leptina y la grelina, que pueden superar a su vez las señales que se envían al cerebro para que se pare de comer. De esta manera, aquellas personas que, al seguir una dieta cetogénica tienen que reducir de una manera drástica los hidratos de carbono, es más probable que les apetezca disfrutar de unos dulces ricos en carbohidratos.
Sin embargo, la fundadora de Nutrolotion también quiso advertir, en este sentido, de que el hecho de no consumir suficientes carbohidratos puede llevar a tener bajos niveles de azúcar en sangre, lo que a su vez hará que el cuerpo quiera ingerir alimentos azucarados. Asimismo, la nutricionista destaca que el hecho de consumir alimentos dulces inmediatamente tras el almuerzo o cena, puede ser un indicativo de una deficiencia en magnesio, hierro, calcio y zinc.
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Richardson destaca que el magnesio puede ayudar a la regulación de la producción de la insulina, y que, por tanto, contribuye a mantener unos niveles bajos de azúcar, si se da una deficiencia de esta vitamina, puede ocasionar antojos de comida dulce.
Otro motivo de que nos apetezca algo dulce tras la comida tiene que ver con la saciedad sensorial específica, también denominada "estómago de postre". Esta tiene lugar cuando un alimento en particular pasa a ser menos agradable por provocar una sensación de estar demasiado lleno, y el hecho de comer un tipo de comida diferente, como un dulce o un pastel, hace que se convierta más deseable.
El estado de ánimo influye en los hábitos alimentarios
Las sustancias químicas, como la dopamina y la serotonina, que hacen a una persona sentirse bien, también guardan relación con los antojos de dulces, según las dos nutricionistas. Esto es debido a que los alimentos dulces activan el sistema de recompensa del cerebro, que provoca que las neuronas liberen mucha dopamina.
Esto puede llegar a suponer un gran problema para la salud, ya que el cerebro llega a pensar que se trata de una experiencia positiva y, por tanto, puede hacer que ese comportamiento se convierta en un hábito alimenticio, haciendo que se coma un dulce tras la cena de forma habitual, incorporándolo a la rutina.
Además, Allyson Brigham y Rachael Richardson coinciden a la hora de recalcar que el estado de ánimo influye en los hábitos alimentarios, lo que hace que se pueda llegar a darse un atracón de alimentos dulces para tratar de liberar dopamina y así sentirse bien. En cualquier caso, es fundamental tratar de buscar cenas variadas a nivel nutricional para así reducir los antojos.
Postres ligeros y saludables para la cena
Si se quiere añadir un postre a la cena, se debe procurar que este sea lo más saludable posible, y para ello existen diferentes opciones a las que recurrir, entre ellas las siguientes:
- Brocheta de frutas: una opción siempre a tener en cuenta es la de disfrutar de una buena brocheta de frutas, pudiendo añadir a las mismas tus favoritas, como mango, nectarina, kiwi, manzana, melocotón…. Se trata de un postre cargado de vitaminas y, por tanto, muy beneficioso para la salud.
- Carpaccio de piña con helado: este delicioso postre es muy sencillo de preparar y te permitirá aunar el sabor de la piña natural con el helado de vainilla, con el toque de unas avellanas y la menta picada.
- Arroz con leche: si te gusta el arroz con leche, debes saber que este postre tradicional es una opción saludable para poder disfrutar tras el almuerzo o la cena. Se elabora cociendo a fuego lento el arroz con leche con azúcar. Existen diferentes recetas a las que recurrir, desde la más tradicional hasta otras con chocolate, con leche vegetal o con gelatina de cítricos, entre otros.
- Yogur casero con frutas: Si tienes la oportunidad de prepararlos por ti mismo/a, un yogur casero acompañado con frutas es una excelente opción como postre o bien para tomar a media mañana o en la merienda. Además de con frutas, puedes acompañarlo de mermelada, cereales…
- Canastilla de frutas: sin duda, comer frutas en el postre es una opción segura. En este caso, puedes optar por una canastilla, con un melón relleno de una macedonia de kiwis, fresas, dátiles, pasas y almendras tostadas, o bien sustituir algunos de estos ingredientes para adaptarlos a tus gustos y preferencias.
- Sopa de melón avainillada: la sopa de melón avainillada es un postre muy sencillo de preparar que además es muy nutritivo, delicioso y refrescante. Existen muchas versiones de esta deliciosa preparación, pero en cualquier caso se trata de una opción muy a tener en cuenta para una alimentación saludable.
- Flan: este postre tradicional elaborado con huevos, leche y azúcar, es un alimento que puedes incorporar en tu alimentación, siendo especialmente indicado para deportistas por su alto aporte energético.