Tecnología y ciencia han ido de la mano durante la pandemia del coronavirus y se han hecho vitales a la hora de implantar el teletrabajo en las empresas, pero también en la búsqueda de una vacuna. Algo que ha acelerado la digitalización y ha colocado a España en una posición de privilegio, según el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
“Esto es una oportunidad histórica. Es la primera revolución tecnológica en la que España se encuentra en posición de liderazgo”, ha asegurado durante su intervención en el simposio 'Wake up, Spain!', organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I (Disruptores e Innovadores). De ahí su reiteración de que “hay más fibra en España que en la suma de Alemania, Reino Unido, Francia y Portugal”.
Situación que nos coloca en una posición destacada. “Tenemos que hacer un ejercicio de responsabilidad y si Europa nos ha tendido una mano, ya lo tenemos todo. Hablamos con nostalgia de los pactos de Toledo y este es el momento para hacer algo parecido”, asegura en relación a los fondos europeos que recibirá nuestro país.
En su intervención, Pallete ha compartido conversación con María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), quien ha recalcado que “si no hubiera sido por la ciencia y la tecnología, la respuesta hubiera sido muy diferente en la pandemia”.
Premisa que ha respaldado el presidente de la principal compañía de telecomunicaciones en España. “La investigación y tecnología nos han dado esperanza. Sin la ciencia y la tecnología, 2020 hubiera sido peor”, ha apuntado.
Especialmente en cuestiones como el teletrabajo. Por ejemplo, desde Telefónica, su presidente recuerda que tuvieron que tener a 120.000 personas teletrabajando en casa de la noche a la mañana. “Jamás pensamos que la red hubiera tenido que aguantar un incremento del 50% de viernes a lunes y, además, creció el tráfico de voz fijo, algo que no pasaba en 20 años”, detalla.
Marco social
Pero esta revolución tecnológica, acelerada por el ritmo de la pandemia, también entraña sus propios retos. “Cada vez que ha habido una revolución industrial lo ha cambiado todo y ha sido necesario redefinir el marco social y ético”, ha explicado Pallete, quien asegura que esta revolución “está creando un factor de producción que son los datos”, que se suma al capital y el trabajo.
Algo que en su opinión abre un debate sobre cuánto valen los datos y la capacidad de proteger la privacidad. “Ahora esos límites no se producen y cedemos esos datos a cambio de productos gratuitos”, ha señalado. Por ello, cree que el primer debate en el contrato social debe ser “sobre la privacidad”, ya que “nadie puede expropiarse los datos”.
Se trata de una nueva revolución que a la ciencia le puede beneficiar a la hora de encontrar soluciones a otras enfermedades, aunque para María Blasco cree que “todavía queda mucho camino” por recorrer. “No estamos cerca del límite porque hay muchas patologías que no sabemos cómo curar. El límite está lejos, pero veo muchas oportunidades para afrontar retos como el envejecimiento demográfico”, ha añadido.
De hecho, la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas ha lanzado una advertencia: “No es raro que hayamos tenido este virus ahora, porque cada vez es más frecuente que haya un salto de un virus de animales a humanos”. De ahí que avance que en Brasil, fruto de la deforestación, podrían saltar más virus de los animales a los humanos en un futuro.