El presidente del Gobierno ha inaugurado 'Wake Up, Spain!'. El foro económico organizado por el diario EL ESPAÑOL, el Davos patrio, la reunión de los estados generales de nuestro país, y lo ha hecho con el Plan de Recuperación bajo el brazo. Este lunes dan comienzo cuatro días de reuniones, charlas, foros, mesas redondas y debates con 170 ponentes de la política y la empresa, de la formación y los trabajadores... y este martes ya mismo el Consejo de Ministros dará el visto bueno a un documento "que será clave para la transformación de España".
Pedro Sánchez adelantó los primeros detalles concretos del plan en su discurso inaugural de 'Wake Up, Spain!'. Será un plan "con 212 medidas: es decir, 110 inversiones y 102 reformas", explicó el presidente. Serán 70.000 millones para los próximos hasta 2023. Y 140.000 en total en seis años.
"En muy pocos días vamos a trasladar a la Comisión Europea nuestro Plan de Recuperación, tras meses de enorme trabajo interno y de diálogo intenso con los agentes sociales", explicó Sánchez, anticipando plazos. Porque después de salir de Moncloa, el presidente informará al Congreso de los Diputados el miércoles y, finalmente, será aprobado en Consejo de Ministros antes de acabar el mes de abril.
Entre las inversiones anunciadas, Sánchez puso como ejemplo "de cómo entendemos este plan" el PERTE impulsado ya en el entorno de la fábrica de Seat en Martorell para la producción de vehículos eléctricos.
Pero habrá muchas más iniciativas de "colaboración público-privada", para modernizar el turismo, para implantar "la hoja de ruta del 5G", para "impulsar la Formación Profesional" y convertir a España en "líder mundial de la energía renovable"...
Sánchez, en su tono más ambicioso, explicó que "queremos impacto inmediato en la recuperación económica con arrastre de inversión privada" pero también transformar, la economía española a largo plazo: "Queremos crear empresas y crear empleo, empresas más grandes y empleos mejores".
Ese plan de inversiones con colaboración público-privada inspiró parte de la alocución del jefe del Ejecutivo con constantes menciones al director y presidente de EL ESPAÑOL y a la iniciativa, que Pedro J. Ramírez confirmó que llegaba para quedarse como permanente.
Así, Sánchez describió más reformas, éstas ya pegadas al suelo, a lo concreto: "Una de las grandes tareas es la rehabilitación de viviendas, invertiremos para modernizar más de medio millón. Además, vamos a instalar decenas de miles de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Y se van a crear 65.000 plazas de educación infantil de 0-3 años".
Las reformas
Para quien siga los discursos del presidente, hay una parte que resulta repetitiva. Su empeño en recordar a cada ocasión que las reformas económicas que le pide la Comisión Europea para la llegada de los 140.000 millones de las ayudas europeas "no son más que la continuación de nuestra agenda estratégica". Y es que en Moncloa primero se sorprendieron gratamente y luego utilizan como argumento machacón que los cuatro ejes del Plan de Recuperación son simplemente "la aceleración del programa electoral del PSOE".
Sánchez puso como ejemplo de las 102 reformas que adelantó en su discurso "la que ya se ha visto esta semana en la aprobación de la Ley de Cambio Climático". Su Gobierno quiere "cambiar modelo energético", pero también "reformar las Administraciones, mejorar el clima y el entorno para hacer negocios". Y lanzó un nuevo anuncio, una inminente "ley de start-ups"...
Este impulso productivo calcula Moncloa que "creará unos 800.000 puestos de trabajo", y mejorará la vertebración territorial suponiendo un impacto de más del 2% del PIB a partir de 2030. "Es decir, las reformas van a cambiar nuestro país a mejor, y serán un salto de modernización".
Para aprovecharlas bien -no en lo cuantitativo, sino en lo cualitativo-, el presidente describió los ejes que recorren toda a estructura del Plan de Recuperación. Uno es la cohesión y el otro la igualdad. "Debemos compensar el impacto de la pandemia sobre dos de los colectivos más golpeados", explicó Sánchez. "En primer lugar, las mujeres, y de ahí que la igualdad de género lo impregne todo; y también, los más jóvenes, para quienes hay que aumentar las oportunidades".
¿Y eso cómo se hace? Tal como anunció, "apostando por la educación y la formación profesional". El presidente del Gobierno añadió otro anuncio en su discurso: serán 9.300 millones de euros los que se dediquen, dentro del Plan de Recuperación, para la digitalización de los centros escolares, reformar el sistema universitario, impulsar la FP, y modernizar las políticas activas de empleo.
"Momento histórico"
Como colofón, Sánchez añadió un tono trascendente y satisfecho a su ambiciosa intervención. Satisfecho por la oportunidad personal de estar en Moncloa en un momento de transformación. Trascendente porque es consciente de que "tenemos que acertar" porque "es un momento histórico de transformación" que puede convertir a España "en un líder mundial".
El presidente definió dos objetivos simultáneos en los próximos años: la recuperación de la economía a corto plazo y la "gran transformación que haga nuestra economía más competitiva a medio plazo".
Para ejemplificar la oportunidad que se abre en los próximos años, celebró "el enorme salto de integración" que ha dado la Unión Europea en este año de pandemia. "El gran plan Marshall aprobado en julio ha avanzado en la federalización de Europa, como muchos demandábamos", dijo.
Y recordó la creación del nuevo instrumento fiscal de los fondos y la mutualización de la deuda que supuso. Además, "la compra centralizada de vacunas y la respuesta sin parangón del BCE y el Fondo de Reaseguro del Desempleo". Todo ello, dijo, supone "el mayor salto de integración europea en décadas. ¡Y lo hemos hecho en menos de 12 meses!"
Así, comparó la llegada de los 140.000 millones de las ayudas europeas en los próximos seis años "a los 8.000 millones en el mismo periodo que supusieron los fondos de estructurales en los años 90, y que tanto nos modernizaron". Este periodo histórico del "principio del fin" de la pandemia de la Covid, Sánchez lo comparó con otros desafíos históricos, como la Transición, la entrada en la CEE, la llegada del euro. "España puede, como siempre ha podido en la historia", dijo.
"A todos y a todas nos une el deseo común de convertir a España en un líder mundial del progreso y el bienestar", concluyó el presidente. "Tenemos la capacidad, la visión y los recursos necesarios para hacerlo".