El sector de la energía está encabezando un profundo proceso de transformación que persigue hacer realidad los objetivos de reducciones de emisiones planteados tanto a nivel mundial como comunitario. Un proyecto que Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, ha colocado en el centro de la estrategia de la compañía que dirige.
Durante su participación en 'Ware up, Spain!' el mandatario ha explicado que los esfuerzos de su empresa en este sentido arrancaron hace años. "Hace 16 años que comenzó nuestra apuesta por reducir las emisiones de CO2. Además, en 2019 nos convertimos en la primera compañía con unos objetivos claros en este sentido de cara a 2050".
El mandatario ha querido introducir una serie de reflexiones sobre los retos a los que se enfrenta el sector energético. "Tenemos que garantizar la seguridad de suministro de materias primas en Europa. Las nuevas energías consumen metales raros que se producen en países como China que están haciendo geopolítica en su suministro. Necesitamos una estrategia muy clara a nivel europeo en este sentido. Nos estamos jugando el futuro".
Del mismo modo, el directivo vasco ha señalado la importancia de contar con una estrategia a nivel de país del mismo nivel que la de otros socios comunitarios. "Me gustaría que igual que Francia ha fijado unos objetivos muy claros apostando por la energía nuclear o que Alemania ha puesto en marcha sus acuerdos para contar con un gasoducto conectado con Rusia en España marcáramos nuestros objetivos. En este sentido, es importante recalcar que el norte de África es productor de gas. Necesita estabilidad social. España tiene una oportunidad. Con nuestras plantas de regasificación podemos ayudar a todo el continente europeo".
"Además, debemos hacer una apuesta total por la industria. Este sector genera empleos bien pagados, con mucha seguridad. Necesitamos una estrategia de industrialización vinculada a la sostenibilidad. Tenemos un excelente sector de automoción en España. A medida que desarrollemos biocombustibles podemos conseguir que el motor de combustión tenga emisiones incluso más bajas que el coche eléctrico" ha señalado el consejero delegado de Repsol.
Economía circular
Imaz ha querido recalcar la importancia que va a tener la economía circular en esta etapa. "La transición energética tiene que ir acompañada de una estrategia clara de economía circular. Tenemos que ser capaces de reducir el peso de los coches. También es importante que reduzcamos las emisiones de los aviones. Debemos limitar las pérdidas de calor de los edificios. La economía circular nos va a permitir aprovechar todo esto. Nuestras refinerías y plantas químicas pueden ser vectores de esta oportunidad".
Un proceso en el que, en opinión del directivo, es importante no poner en riesgo la competitividad de la economía. "Tenemos que saber cuánto nos cuesta esto. Los costes de la competitividad no pueden subir por la transición energética. En esta nueva era los costes deben bajar. Oportunidades como la del hidrógeno sólo van a volar si contamos con precios de la energía competitivos".
"La transición energética no puede abordarse desde los intereses de la regulación, deben plantearse desde la España productiva. La España que compite en los mercados internacionales. Necesitamos una regulación que tenga en cuenta todo esto para no pasar ineficiencias de ciertos sectores a la España competitiva. La industria debe de ser un catalizador de toda esta cuestión. Podemos tener una oportunidad con confinar desacarbonización con crecimiento energético" ha indicado Imaz.
Futuro del petróleo
El consejero delegado de Repsol ha aprovechado para poner en contexto la situación que va a vivir el petróleo en este proceso de cambio. "Vamos a seguir necesitando petróleo en el futuro. En el mundo su consumo sube día a día. La descarbonización no debe asignarse sólo a la electrificación. La electricidad no tiene solución para los barcos, para los aviones, para la industria del papel... necesitamos otras energías".
"Esto exige el desarrollo de cuestiones como los ecocombustibles. Tenemos ya proyectos que están utilizando residuos o hidrógeno para crear ecocombustibles. Debemos ser capaces de producirlos cada vez con menos emisiones. No solo hay que mirar a las emisiones de los vehículos. También hay que prestar atención a las que se generan en la minería de origen. La afectación de estas emisiones genera los mismos problemas se produzca donde se produzca" ha concluido el consejero delegado de Repsol.
Por último, Imaz ha abordado la importancia que van a tener los fondos de recuperación en la estrategia de su empresa. "De los 18.000 millones de nuestro plan estratégico 7.000 van a ir a España. Eso ya está decidido. Pero, además, queremos avanzar más rápido para mejorar la cadena de valor. Hemos presentado 30 proyectos valorados en 5.900 millones a los planes europeos de recuperación. Los fondos europeos nos pueden ayudar, por ejemplo, a tomar las medidas para conseguir producir hidrógeno con menos costes".