Uno de los elementos clave para la cohesión territorial de España, especialmente pensando en las zonas de interior bajo la amenaza de la despoblación, es la movilidad. Y, por ello, uno de los retos a desarrollar con el paraguas de los fondos de recuperación europeos, es cómo tejer una red de transporte que de respuesta real a los problemas de esta 'España vaciada' y potencie, al mismo tiempo, al tejido productivo nacional.
Voz autorizada en torno a este plan es la de Francesc Boya, secretario general para el Reto Demográfico, quien ha defendido durante el 'Wake Up, Spain!' que da respuesta a "las necesidades que tienen territorios que están decreciendo en términos poblacionales. Es un reto de país al máximo nivel, porque necesitamos redistribuir la población en todo el territorio. Actualmente, el 70% de la población se concentra en el 30% del territorio".
Para el político, una de las claves para lograr este noble propósito en clave humana pasa por "la movilidad entendida con nuevas claves, como la digitalización, que cambian la necesidad de grandes infraestructuras como las imaginábamos hace una década". O dicho de otro modo, el foco pasa de las grandes obras a mejoras sustanciales en el entorno rural, "donde tenemos 130 medidas con 10.000 millones de euros de inversión para el mundo rural, en donde sucedieron el 53% de los accidentes mortales en carretera".
Julián Núñez, presidente de SEOPAN, ha destacado al respecto que el plan "no cubre todo el déficit que teníamos acumulado, aunque contempla reformas trascendentales para la gestión de la movilidad". En su opinión, debemos recuperar el ritmo de la colaboración público-privada, en la cuerda floja actualmente: "El año pasado anotamos un mínimo histórico de 55 millones de euros en concesiones licitadas en España, 100 veces menos que en 2003".
Núñez defiende la inversión destacada en "infraestructuras sostenibles, cuyos costes sean inferiores a los beneficios en tiempo, seguridad y conexión se refiere". Más de 90.000 millones de euros son lo que haría falta, para este directivo, en inversión solo en movilidad. Potenciar el ferrocarril como medio por excelencia para el transporte de mercancías es una de las prioridades que detecta el máximo representante de SEOPAN.
En la misma línea, José Aljaro, CEO de Abertis, defiende que "la música del plan me gusta, pero quiero leer la letra pequeña. En lo que me atañe, la propuesta de incorporar el pago por uso en vías de alta capacidad apenas queda en una única línea. Hay que aterrizarlo".
En otro orden de cosas, Aljaro ha pedido a las autoridades que tengan en cuenta medidas más allá de las restricciones -como Madrid Central- para potenciar la movilidad sostenible en las ciudades: "Hay que mirar los ejemplos de otras ciudades europeas, como Londres o Estocolmo, que están apostando por el cobro o tarificación especial en determinadas zonas tanto por congestión como por contaminación. Solo restringiendo el acceso de vehículos contaminantes es una solo a corto plazo, porque en un futuro todos los coches serán eléctricos y esto no solucionaría la congestión".
Hidrógeno y electromovilidad
Entrando en la propia concepción de los métodos de transporte, Isabel Del Pozo, vicepresidenta de Airbus UTM, ha dado cuenta de su "ambición clara por tener en 2035 un primer avión de cero emisiones". El motivo de esta apuesta es, en sus propias palabras, la aceptación de que "la movilidad no sólo es fundamental para sectores económicos como el turismo, sino que es clave para cohesionar países, continentes, sociedad y culturas. No entendimos una sociedad avanzada, culturalmente receptiva y flexible sin tener en cuenta estos conceptos de movilidad".
Para Airbus, la economía circular también debe ser eje vertebrador de la movilidad del futuro. En ese sentido, Del Pozo aboga por "la integración de combustibles fósiles sostenibles y la ambición clara hacia el hidrógeno verde", no sólo en la aviación sino en otros modos como el ferrocarril o el sector marítimo. Al mismo tiempo, la directiva remarca que "necesitamos digitalizar, como ha hecho por ejemplo el sector del automóvil. Hay que poder adaptar la producción en las plantas pero también hay que trabajar por la integración de estos vehículos".
En el mismo campo, Isabell Büschel, directora en España de Transport & Environment (T&E) ha defendido la "electrificación en el transporte por carretera, con una apuesta por alternativas a combustibles fósiles en el transporte marítimo y aéreo como el hidrógeno o el amoníaco verde". La experta no ha dudado en poner de relevancia el "carácter atractivo de la electromovilidad para la economía y el empleo".
En su opinión, "la puesta del Gobierno es acertada. Algunas de las oportunidades de futuro asociadas a la movilidad eléctrica será el empleo, ya que creará 500.000 puestos de trabajo en toda la cadena de valor".
Como colofón, Justo Orgaz, presidente de GBCe, considera que estamos en una carrera de dos velocidades. Y el plan de recuperación no solo trae consigo una aceleración de las apuestas mencionadas por sus colegas ("multiplica por cinco las inversiones en rehabilitación, pero no cubre la demanda real"), sino que hace especial hincapié en una "mirada larga hacia la cohesión territorial, por el desarrollo armónico de todos los territorios y hacer que los Objetivos de Desarrollo Sostenible se puedan desarrollar independientemente del lugar en que estemos".
El presidente de GBCe ha ido más allá y ha pedido reflexionar sobre el propio concepto de ciudad y su rol en la sostenibilidad. "Los edificios son los responsables del 35% de las emisiones de CO2 y el 15% de los materiales que llegan a las obras se convierte en residuos. Nuestro objetivo es abrir debates sobre asuntos como la eficiencia energética y rehabilitación energética y que van a dirigir la manera en la que construyamos en los próximos años".