La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que había agendado su presencia en Wake Up, Spain! antes de la convocatoria electoral anticipada del pasado 10 de marzo, defendía durante su intervención su idea de que las empresas colaboren en la campaña de vacunación.
A su juicio, las grandes compañías, a través de sus mutuas, y como ocurre por ejemplo con la vacunación de la gripe, podrían dar un fuerte impulso al proceso, pero, lamentaba: "No lo estamos haciendo porque estamos consumidos en no sé qué burocracia que nos consume".
Al mismo tiempo, lanzaba un mensaje de confianza general sobre la vacunación, con la idea de confrontar las informaciones preocupantes sobre algunas de ellas. "Es peor el trombo del tabaco, o de algunos medicamentos" sentenciaba.
La presidenta del Gobierno autonómico afirmaba que "si de mí dependiera, vacunaría al 100% de los madrileños" y presumía de los tres grandes centros que, además de ambulatorios y hospitales, se han habilitado para vacunar, el Hospital Zendal, el Wanda Metropolitano y el Wizink Center. "No hemos abierto más porque no hay tantas vacunas", señalaba.
Fondos Europeos
Ayuso comentaba los proyectos que su comunidad tiene preparados para recibir los fondos europeos, singularmente en materia sanitaria. Entre ellos la reforma integral del Hospital Universitario de La Paz o la ampliación del 12 de Octubre; o la aeronáutica, un "sector pujante" recordaba, en la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, lamentaba la falta de "transparencia" sobre esos fondos por parte del Gobierno central y advertía que habrá que tener en cuenta en el reparto que su comunidad supone el 19% del PIB español y el 17% de la población del país.
En materia fiscal, Ayuso insistía en arremeter contra el Ejecutivo de Sánchez por su anunciada "armonización fiscal", que no es otra cosa, denunciaba, que una "subida de impuestos a los madrileños". La dirigente del PP criticaba que "nadie diga nada" de los sistemas fiscales especiales del País Vasco y Navarra o del hecho de que Cataluña tiene "hasta quince impuestos propios" que a su juicio deberían emplear para bajárselos a los catalanes.
Para Ayuso, el debate planteado por el Gobierno es "maniqueo" ya que, ponía como ejemplo, "lo que un empresario asturiano quiere es que le bajen a él los impuestos, no que se los suban a los de Madrid".