Comenzó Irene Montero su intervención por donde nunca quiere, pero muchas veces suele dar inicio a sus intervenciones públicas: condenando un nuevo asesinato machista más. En este caso, "el número 1.084 desde que se llevan las cuentas en España, en el año 2003". Pero esa terrible noticia sólo daba sentido a una parte de su discurso en 'Wake up, Spain!'.
La parte más llamativa fue la confirmación de que su Ministerio de Igualdad ha sido el primero que ha llevado al Consejo de Ministros una partida vinculada a los fondos europeos Next Generation EU. Y su empeño en buscar la colaboración "del sector privado", de las empresas, "porque la igualdad es rentable".
Y por eso, la ministra emplazó al sector privado a integrar la idea de los cuidados en sus políticas de personal. O por eso anunció la creación de "un mapa de los cuidados" a nivel nacional para ofrecer, "como ya hace el mapa de los puntos violeta contra la violencia machista", información de dónde hay qué servicios para facilitar ayudas de dependencia, asistencia para la atención de menores, etc.
La semana pasada, el Gobierno aprobó una partida de casi 20 millones de euros para la construcción y rehabilitación de inmuebles destinada a la creación de centros de emergencia 24 horas contra las violencias domésticas. El objetivo de esos dispositivos es "dar confianza" sobre todo a las mujeres que no lo cuentan "por miedo o por desconfianza social". De hecho, el 92% de los casos no llegan a ser denunciados.
Recordó la ministra que "una de cada dos mujeres ha sufrido algún tipo de violencia machista" en España. Y que los medios de comunicación, "como el que organiza este simposio", son clave en la lucha contra la violencia sexual.
Serán más de 70 millones de euros para crear un centro por provincia, anunció Montero, "al que podrán acudir todas las supervivientes", las llamó, "con independencia de cuándo se produjera el ataque". Avanzaremos a un futuro más seguro, un país más moderno y más libre en el que se fortalezca la cohesión social y territorial "porque en el ámbito rural hay más prevalencia en la violencia contras las mujeres".
"Ponerse de perfil"
Esta inversión pública la justificó Montero en cómo se ha abordado la pandemia, "apoyándose en las mujeres". El Plan revé prestar atención social y laboral, y atención a las víctimas de trata y explotación sexual. Y es que "lo público es lo único que no se pone de perfil cuando vienen momentos difíciles", sostuvo Montero, antes de explicar cómo quiere implicar al sector privado en "la verdadera igualdad".
Así Montero confirmó el trabajo de su Ministerio en las leyes contra la trata y la del "sólo sí es sí". Y un plan nacional de reinserción laboral y social de mujeres víctimas de la trata y la prostitución. "Pronto aprobaremos la asignación de gasto" para abrir una nueva línea de apoyo a estas mujeres "que eliminen las barreras sociales y estructurales que afrontan estas mujeres", buscando la colaboración del sector empresarial.
Y es que Montero quiere hacer bandera de "medidas abolicionistas" contra la prostitución. Cerrando prostíbulos, atacando a la "tercería locativa contra la impunidad de la industria proxeneta", se irán abordando todas estas políticas que rescaten a estas mujeres explotadas: "Queremos garantizar los derechos de todas las mujeres".
"Si ponemos en duda las versiones de las víctimas por sistema, eso redunda en que las mujeres víctimas dudarán de que la sociedad vaya a creerlas". De ahí la clave de la comunicación y de esos centros de atención urgente. La partida, que parece baja, "es sólo una primera entrega", un tercio del total para que las CCAA aborden la construcción de los centros. El resto se irá librando más adelante, para dotar a esas oficinas de medios materiales y humanos.
Y es que "hablar claramente de asesinatos machistas, dando credibilidad a quien cuenta su caso, da resultados son muy concretos". Así lo refirió Montero, que reveló en su discurso que las llamadas al 016 "se han incrementado significativamente estas semanas tras darse a conocer un caso muy mediático", el de Rocío Carrasco. "Eso da confianza, ayuda a pedir ayuda".
Hemos puesto en marcha el Plan España te Protege contra las Violencias Machistas, que es una oportunidad extraordinaria para poner en el centro el feminismo, como política de Estado. Porque la salida de la pandemia se ha vuelto a apoyar en el cuerpo de las mujeres, como ocurre en cada crisis económica y social.
Mapa estatal de cuidados
La mayoría de quienes trabajan en el hogar, son mujeres, y muchas de ellas, son migrantes, en situaciones precarias. En casi todos los casos, la carga mental de las tareas domésticas, qué cortinas hay que cambiar o qué ropa hay que comprarle al niño, la suelen llevar las mujeres.
Y por eso, después de impulsar "los puntos violeta" contra la violencia machista, Montero anunció su siguiente plan, el del mapa estatal de los cuidados: "Para que toda persona que necesite cuidados sepa adónde acudir, y que allí desde lo público, se le expliquen todos sus derechos y cómo acceder a ellos". Así es como el Ministerio de Igualdad llevará su parte de los fondos de las ayudas europeas.
Montero se hizo eco de que España es "un referente internacional en el desarrollo de políticas públicas de igualdad", particularmente en lo que toca a la lucha contra las violencias machistas y la protección de las víctimas. "Somos líderes en inversión económica y pública" en políticas dirigidas a la erradicación de la violencia de género. "Y ningún Gobierno como éste ha impulsado estas políticas, y ha sido gracias a los movimientos sociales, recordándonos que la resiliencia de la sociedad se ha apoyado en ellas".
Pero son las mujeres las que más han sufrido las consecuencias de la crisis: "son la inmensa mayoría en el ámbito de los cuidados, en el sector sanitario y en el trabajo doméstico".
Así, la ministra explicó que "han sido las mujeres de nuevo quienes más han sufrido las consecuencias de la crisis". Por esa sobrerrepresentación en los sectores más afectados por la Covid-19.
Y porque, según se recoge en el informe de igualdad de género en la UE de la Comisión Europea, "las mujeres constituyen el 86% del personal de los servicios sanitarios de la Unión", una cifra que contrasta con la falta de presencia que las mismas tienen en los órganos de decisión relacionados con la pandemia. De 115 grupos de trabajo nacionales dedicados al coronavirus en 87 países, incluidos 17 Estados miembros de la UE, el 85,2% estaban compuestos principalmente por hombres, y solo el 3,5% tenía paridad de género.