Llegar al verano. Ese es el objetivo de la primera industria del país. Los primeros espadas del sector turístico español aprovecharon su paso por la tercera jornada de 'Wake Up, Spain!' para hacer un llamamiento a todo el que les quisiera escuchar. El momento para poner toda la carne en el asador es ahora.
Todo retraso puede suponer que cientos de empresas y miles de puestos de trabajo no existan cuando los turistas estén dispuestos a disfrutar de la temporada estival. La industria necesita que las ayudas lleguen ya. La consecuencia de retrasar este balón de oxígeno es que el 70% de la industria puede no abrir en verano.
Para cumplir este hito Kike Sarasola, presidente de Room Mate Hotels; Antonio Catalán, presidente de AC Hotels by Marriott; Gabriel Escarrer, vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá Hotels International y Javier Sánchez Prieto, presidente de Iberia, pidieron al unísono un deseo: acelerar la vacunación. De esta forma, junto con el pasaporte sanitario, la industria turística apuesta por reactivar la actividad de forma segura entre la población, nacional e internacional, ya inmunizada.
Sarasola fue muy gráfico al explicar el modelo en el que están pensando en su compañía. "No vale de nada tener sólo hoteles abiertos si todo está cerrado. Necesitamos bares, restaurantes, teatros, museos que permitan a nuestros clientes disfrutar. Para ello sólo nos vale vacunar, vacunar y vacunar".
Una idea totalmente respaldada por Catalán a la que sumó un contundente plan de acción. "Nosotros no somos Alemania. Mi modelo no son las ayudas directas, pienso en un gran ICO. 6.000 millones no valen. Necesitamos 30.000 o 40.000 millones a largo plazo con una carencia de, al menos, tres años. Nuestro sector va a perder este año 120.000 millones".
La importancia de estas cuantías ha sido respaldada por Escarrer. "El 25% de los fondos europeos que lleguen a España deben dirigirse al sector turístico". El directivo ha hecho hincapié en que esta inversión debe dedicarse a aspectos como "la digitalización, sostenibilidad y renacimientos de los destinos turísticos".
Por su parte, el presidente de Iberia ha sumado al plan de rescate del sector turístico la necesidad de "contar en verano con un pasaporte sanitario digital y sencillo al menos en los países de la OCDE. Si perdemos el verano, perdemos parte del PIB", ha asegurado".
Una "oportunidad única" para el que sobreviva
Y es que, el premio si se supera esta crisis es grande. Para Sarasola ha llegado el momento de que España juegue en las ligas mayores. "Al turista europeo ya lo tenemos. Debemos centrar nuestros esfuerzos en ir a por los que más valor aportan que son los estadounidenses y los chinos. Podemos hacerlo, solo tenemos que venderlo mejor, como hacen los italianos".
Una visión con la que han coincidido tanto Catalán como Escarrer. "Lo importante es captar al turista de calidad, es decir, a aquel que se deja más dinero en el destino. Para precios baratos tienen que ser países en vías de desarrollo. No podemos vender por debajo de costes. España tiene capacidad”, ha asegurado Catalán. En este sentido, desde Meliá consideran que “tenemos una oportunidad única”.
Un ejemplo de la gran oportunidad que se presenta lo explica el plan de Iberia. El grupo operará en el tercer trimestre 112 destinos desde Madrid: 24 de largo radio y otros 88 de corto y medio radio operados por Iberia, Iberia Express e Iberia Regional / Air Nostrum.
El presidente y consejero delegado de Iberia ha destacado que "este verano estamos apostando muy fuerte por la recuperación". "Todo el sector turístico está esperanzado con que las campañas de vacunación sirvan para ir levantando las restricciones y es fundamental que se acometan fórmulas válidas para Europa, América y cualquier país del mundo". Un claro ejemplo del potencial que se abre para las empresas españolas si consiguen superar estos meses.
Así las cosas, la primera industria del país se la juega en las próximas semanas. Un todo o nada que depende de un cocktail que une ingredientes tan diversos como la ciencia, la administración o la tecnología. De dar con la mezcla adecuada dependen cientos de miles de puestos de trabajo.