Colocar a España como "país líder" en terapias avanzadas para enfermedades como la diabetes, las enfermedades neurodegenerativas o el ELA; impulsar una medicina personalizada y equitativa de precisión; desarrollar un Sistema Nacional de Salud digital; y potenciar la Atención Sanitaria Primaria con tecnología avanzada. Estos son los cuatro objetivos del PERTE para la Salud de Vanguardia, dotado con 1.469 millones de euros, y cuyas líneas principales ha adelantado Cristóbal Belda, director del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), en la II edición del foro económico 'Wake Up, Spain!' organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I.
"Somos una organización que protege la salud de la ciudadanía a través de ciencia", ha explicado Belda sobre el desempeño de su institución, destinada a dar. aporte científico-técnico al Estado y las Comunidades Autonómas cuando lo requieren. El PERTE, explica, es un "paraguas" que tiene incorporadas actuaciones para cumplir los cuatro objetivos detallados. "El ISCIII actúa como interfase: gestionando la inversión en la ciencia, y actuando como elemento tractor para las entidades que van a transformarla en productos, empleo y riqueza".
El PERTE proporciona herramientas para resolver lo que Belda define como "brechas del mercado" entre la generación del conocimiento científico y el acceso a los tratamientos. "Tenemos que ser capaces de desarrollar herramientas que conecten ambos", afirma. "El tejido científico está ávido de que las terapias avanzadas lleguen al ciudadano". Estas herramientas "con distintas niveles de participación de un sector o de otro" van a proporcionar capacidad de producción al entorno académico, explica, para ofrecer alternativas a la investigación en los hospitales.
Belda, especialista en Oncología Médica, ha citado su propia experiencia: "El entorno médico está sometido a tensiones, hay que buscar espacio a codazos". Llegar a las fases finales de los ensayos, con estudios de preclínica o first human, supone "un problema". El Estado, afirma, tiene que dar "una solución" que salve esas limitaciones, permita el acceso a las instalaciones y ayude a ponerla práctica. "El consorcio viene a dar respuesta a los investigadores que necesitan llegar al entorno humano", explica: una "ventanilla única".
El director del ISCIII reconoce que "el riesgo en biomedicina es alto" tanto en la ciencia como en los desarrollos industriales. "Lo que buscamos es una línea predecible, que por lo menos tengamos las estructuras hechas". La inversión científica de España ha crecido en los últimos 50 años, valora. "Hemos sido grandes productores de ciencia. Ahora toca transformarla en producto". Para conseguirlo, fija una "visión clara" para la ciencia orientada a la salud y dirigida al sector industrial. Se trata de un "círculo virtuoso", afirma, que se trasforme "en empleo, riqueza y PIB" y que permita a los investigadores regresar a España, La proporción de las participaciones, del sector público al privado, se irá invirtiendo progresivamente.
Belda también ha citado a la ministra de Sanidad, Carolina Darias: "Tenemos que salir todos juntos", afirma, y la "cohesión académica" en toda España es una de las maneras: "A igual de talento, igual de posibilidades". Según confiesa, los investigadores lamentan la dificultad para conseguir financiación "fuera de algunos entornos concretos". En ese sentido, ha citado la figura de la "infraestructura singular". Implica colaborar con al menos seis CC.AA., y que los investigadores de cada una puedan desplazarse a la estructura que genera mayor conocimiento. Otro mecanismo pasa por crear Institutos de Investigación Sanitaria en las provincias que aún carecen de ellos. "Hay que proteger y promover esta masa crítica, grande o pequeña".
El director del Instituto de Salud Carlos III ha valorado el apoyo como "estructura transversal y vertical" a otras instituciones "aportando luz en procesos de investigación muy concretos", como en el caso del estudio de seroprevalencia español. El papel del ISCIII en la pospandemia proseguirá en esa línea: un órgano de asesoramiento científico-técnico, la piedra angular del prototipo del sistema de vigilancia contra la Covid, que "ve con ojos de científico la sanidad y con ojos de sanitario a la ciencia". Se trata, en definitiva, de "analizar el presente para intentar adelantarnos al futuro".