Lo anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la II edición de 'Wake Up, Spain!', el evento organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I: el PERTE sobre microchips y semiconductores que desplegará una inversión pública de más de 11.000 millones de euros. Y la pregunta que surge es: ¿Quiénes van a trabajar en dicho PERTE? ¿Y en el resto de PERTE: naval, agroalimentario, automóvil...?

"En España el gap formativo es alto pero tenemos un déficit de cualificación. El PERTE se refiere a nuevos perfiles relacionados con la transformación sectorial que se está produciendo", afirmó María José Martín.

Como afirmó la directora general de Talent Solutions-Right Management de ManpowerGroup, en estos momentos, "todo aquello que tiene que ver con el ámbito digital en materia de empleo está disparado". Pero hay escasez de perfiles. Algo que sucede en cualquier posición: desde comerciales hasta personas relacionadas con los recursos humanos o profesores con áreas tecnológicas. 

"Nos demandan perfiles con capacidad en el ámbito de ciberseguridad. También analítica de datos y aplicación de Inteligencia Artificial. Hay necesidades de desarrolladores, de programadores, personas con conocimiento del Internet de las Cosas. Pero también relacionadas con el negocio tradicional que dominen herramientas y aplicaciones de negocio tipo CRM para mejorar las ventas digitales", explicó Carolina Castillo, directora de Partners de Microsoft España.

Plazas sin cubrir

En España, en la actualidad, hay 3,5 millones de parados. "Hay riesgo de que esos 3,5 millones se queden ahí", indicó María José Martín. Pero también hay 124.000 plazas que no se pueden cubrir porque no se encuentran los perfiles adecuados. 

"En las propias empresas está el conocimiento que ayuda a formar a los trabajadores. Las nuevas tecnologías pueden ayudar a la búsqueda de nuevos perfiles", señaló Víctor Calvo-Sotelo, director general de DigitalES.

¿Y cómo puede la tecnología ayudar en este camino? De diferentes maneras. Así, la tecnología tiene capacidad de crear contenidos inmersivos donde la interacción de los miembros es mayor. También puede buscar un nuevo rol al profesor. Eso sí, se necesitan espacios adecuados para trabajar rodeados de estas máquinas.

"La tecnología permite establecer itinerarios personalizados que generan talentos únicos a la par que permite un seguimiento de los alumnos con mayor precisión", argumentó Víctor Calvo-Sotelo. Asimismo, potencia el aprendizaje colaborativo, tiene capacidad para establecer indicadores de calidad, y permite apoyar a los educadores.

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Una labor en la que también se necesita de la colaboración público-privada. "Para mejorar las políticas activas de empleo hay que aumentar esta colaboración porque esos esfuerzos van a dar como resultado una capacidad de formación superior", añadió Calvo-Sotelo. 

"Necesitamos políticas activas más flexibles. Un esfuerzo de todos, de empresas y de la administración, para llegar a un punto donde todo tenga sentido punto de vista de la eficiencia", concluyó María José Martín.