Cánceres que no responden a las terapias convencionales, bacterias que se han hecho resistentes a los antibióticos, enfermedades autoinmunes que todavía no llegamos a comprender del todo. La sanidad del futuro se enfrenta a varios retos para los que las terapias avanzadas pueden ser una solución efectiva. "Se trata de una evolución científica y tecnológica que permite usar células humanas reprogramadas para atacar enfermedades para las que no tenemos todavía tratamiento", ha explicado Cristóbal Belda, director del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
Belda ha intervenido en la tercera edición del simposio Wake Up, Spain! Impulsar el cambio en momentos de incertidumbre que ha organizado EL ESPAÑOL, Invertia y D+I (Disruptores e Innovadores), donde ha explicado el papel de su institución en la creación de una sociedad mercantil que contará con una inversión público-privada de 70 millones de euros. "El objetivo que nos hemos marcado —y que hemos puesto en los indicadores del Proyecto Estrátegico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para la Salud de Vanguardia— es ser capaces de poner al servicio del paciente cinco terapias avanzadas en esta década".
Para llevar a cabo este proyecto, el director del ISCIII explica que se han fijado en modelos de otros países y los han adaptado a las capacidades y a las fortalezas de nuestro país. En este sentido, el experto ha afirmado que España se encuentra en una posición de ventaja en cuanto a las terapias avanzadas: "Nuestro país es donde más cantidad de ensayos de terapias avanzadas en valores absolutos se han producido, muchos de nuestros equipos son punteros y están muy cerca del paciente. Tenemos una ventaja competitiva que en pocas ocasiones hemos visto".
El entorno académico, que es donde las terapias avanzadas se desarrollan, tienen la capacidad de hacer ciencia de un alto nivel, pero según explica Belda es importante colaborar con las compañías para que lleguen a la sociedad. "Y entiendo la sociedad en un concepto amplio, intercontinental. Los que saben de ciencia, que hagan ciencia y los que saben de producto, que lo hagan. Tenemos que saber participar", ha expresado Belda. Pero, ¿cómo puede participar el ISCIII en estos procesos? Su director ha explicado que tiene una doble función.
"En primer lugar, de agencia de financiación: el ISCIII ha invertido decenas de millones de euros para prototipos de terapias avanzadas en entornos académicos. En segundo lugar, con el desarrollo de terapias relevantes para las sociedades: son proyectos propios, para tumores, bacterias resistentes o enfermedades autoinmunes, que luego se transmiten a los hospitales", ha detallado Belda. En concreto, el director del ISCIII ha contado que su institución cuenta con "varias decenas" de proyectos sobre terapias avanzadas, un sector en el que llevan años invirtiendo.
La industria privada es, sin duda, uno de los elementos más importantes para que las terapias avanzadas lleguen a la calle y, por eso, el ISCIII plantea un acercamiento del entorno académico a ella. "Queremos que el entorno académico cree I+D que se transfiera a la industria y ésta lo convierta en producto. Nuestra idea es que las compañías puedan tener interés en desarrollar un producto cuando un proyecto de terapias avanzadas se encuentre entre la fase 1 y la 2.a", ha explicado Belda.
"Tenemos terapias comerciales que ya están autorizadas y comercializadas en España de hace un tiempo y otras en fases iniciales", advierte el director del ISCIII. "Los productos para tumores hematológicos son los más avanzados, pero también esperamos buenos resultados en tumores sólidos y en la búsqueda de eficacia para las terapias autoinmunes". Otro de las grandes áreas en la que las terapias avanzadas podrían ser disruptoras es en el tratamiento de bacterias resistentes a los antibióticos: "El ISCIII también cuenta con proyectos de terapias avanzadas para ellas. Existe todo un plan contra este tipo microorganismos patógenos".