La industria española de la defensa ha reivindicado la competitividad y el carácter innovador, tecnológico y exportador de las empresas del sector, cuyas inversiones tienen un impacto positivo para la economía de nuestro país, tanto en materia de generación de ingresos como de creación de empleo.
Así lo han asegurado Javier Romero Yacobi, director de Estrategia de Navantia, y Ángel de Álvaro, vicepresidente de TEDAE y secretario general de GDELS-Santa Bárbara Sistemas, durante su participación en Wake Up, Spain!, evento organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I en colaboración con EY, Oesia, Microsoft y EMT de Madrid.
De Álvaro ha incidido en que la guerra en Ucrania ha supuesto un "punto de inflexión" para la industria de la defensa. Así, ha destacado que a la buena reputación que ha tenido siempre el Ejército Español, según los datos del CIS, se suma ahora el apoyo de la población al aumento del presupuesto en defensa.
En este contexto, ha defendido que el sector español es "altamente competitivo", tecnológico e innovador y tiene un efecto tractor, así como la capacidad de cohesionar e integrar. Así, ha subrayado que es una industria con un alto volumen de exportaciones. De hecho, en el caso de Santa Bárbara alrededor del 70%-80% de sus ingresos en los últimos años han sido exportaciones.
Esto se debe a la alta competitividad de las empresas españolas de defensa, que pueden competir en calidad, requisitos técnicos y precios con otras compañías en contratos internacionales. "Si estamos vendiendo todos fuera es que no lo hacemos mal", ha apostillado.
No obstante, De Álvaro ha agregado que el sector necesita el apoyo del Gobierno de España, porque lo que se invierta y compre en el país es más fácil exportarlo luego. Y esto permitiría empresas españolas más fuertes para poder avanzar en la autonomía estratégica que tanta relevancia ha alcanzado en los últimos tiempos.
En esta línea, Romero también ha remarcado la capacidad de la industria española de generar empleo y de lograr una retorno de la inversión, como demuestra por ejemplo el positivo impacto que tienen en la economía española las exportaciones de Navantia a otros mercados como Australia, Reino Unido o Arabia Saudí.
De hecho, ha apuntado que el desarrollo de las fragatas F-100 supuso en su día una inversión de 2.400 millones de euros y ya se ha retornado por inversión alrededor de 2.500 millones de euros, además de todo el conocimiento y talento que este proyecto ha generado en España.
En esta línea, también ha puesto como ejemplo de la importancia de la industria de la defensa española el desarrollo de la nueva fragata F-110, que está generando 9.000 empleos y en la que están participando unas 500 empresas, el 80% de ellas de nuestro país.
Así, ha señalado que se trata de un sistema muy complejo y de alto nivel tecnológico en que el Navantia trabaja con sus suministradores y colaboradores en todo el proceso de la cadena de valor, desde el diseño a la producción y el apoyo durante el ciclo de vida, lo que supone una muestra más de la competitividad de la industria española.