Ante la escasez hídrica de España hay ya soluciones tecnológicas que permiten asegurar el agua tanto para la agricultura como el consumo, pero falta gobernanza. Así describe la situación el presidente de Agbar, Ángel Simón, que aboga porque la gestión del agua sea un elemento central tanto para los gobiernos autonómicos como para el central.
"Todos sabemos lo que tenemos que hacer, lo que necesitamos es una gobernanza que amparada en un plan estratégico nos permita avanzar", ha sostenido durante su participación en la tercera jornada del III Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I en colaboración con EY, Oesia, Microsoft y EMT de Madrid.
Simón ha dado algunos ejemplos de las oportunidades que ofrece la tecnología para la gestión del agua en el área metropolitana de Barcelona. Allí, con unas reservas de embalses al 27%, se va a colocar un 20% de las aguas residuales tratadas para su reutilización.
"Junto con la desalación y un sistema integral de tratamiento de aguas subterráneas probablemente es lo que nos va a permitir superar el estrés hídrico habitual que se acentúa en estas fechas", ha apuntado. Una solución que podría aplicarse en la mayoría de las ciudades con "una cierta gobernanza".
Situación diferente es la que se vive en la agricultura, que ha remarcado no supone una "competencia de uso" con respecto al consumo urbano. Aquí también el camino para garantizar el agua para por la regeneración. El sector agrícola, que consume en 75%, ha dado grandes pasos en la eficiencia en lugares como Murcia y Almería, muy afectadas por el estrés hídrico.
En estos lugares la regeneración es de casi el 90%, ha remarcado. El desafío permanece en los regadíos, donde se requiere una modernización del sistema. "Necesitamos más agricultura y solo lo podemos hacer con mayor eficiencia, y esa tecnología la tenemos disponible".
Un escenario en el que cobrará importancia la economía circular, sobre la que ya trabajar en Agbar. Tras su integración con Veolia, que aporta "complementariedad" en ese ámbito, trabajan ahora en un plan que denominan "cero, cero, cero", y que se fundamenta en la regeneración de agua, en el aprovechamiento de las residuales y la sostenibilidad en el consumo energético.
"El siguiente paso es que todo el ciclo hidráulico sea en economía circular", ha apuntado.