Ni fija ni variable. La opción que seguir con atención este año en materia de hipotecas será la mixta, ha señalado Juan Villén, director de Idealista Hipotecas, que observa ya un crecimiento exponencial. Han subido más de un 30% y no se espera que la tendencia cambie próximamente.
La preferencia se explica por ser una alternativa más económica y al mismo tiempo que da la tranquilidad del tipo fijo durante unos diez o quince años. "Creo que durante todo este año habrá muchas hipotecas mixtas", ha sostenido durante la cuarta jornada del III Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I en colaboración con EY, Oesía, Microsoft y EMT de Madrid.
Es casi la única predicción que se atreve a hacer ante las turbulencias del momento. Ante la pregunta de qué se puede esperar sobre hipotecas, ha considerado que el volumen de transacciones disminuya hasta un 20% con respecto a lo visto en 2022, aunque eso se va a compensar por los cambios de hipoteca de un banco a otro.
Ya sobre el precio, y aunque dependa mucho de la evolución de la inflación, cree que los niveles se mantendrán "por un tiempo".
Todo ante un ambiente en el que los bancos no tienen previsto restringir criterios, al contrario. "Casi todos dicen que quieren dar más hipotecas, están teniendo muchas amortizaciones anticipadas y necesitan reponer cartera", ha comentado.
Otra bola de cristal es el Euríbor. Teniendo en cuenta la inflación, que ya define como persistente, ve probable que el Euríbor esté alto durante un tiempo. "Los bancos centrales van a seguir hasta bajar la inflación, y eso no pasa en seis meses", ha advertido.
Problema en suma para la población que puede acceder a una hipoteca, un grupo en el que muchos jóvenes no se encuentran por la incapacidad de ahorrar el 20% del importe de la vivienda, además de los impuestos que implica la transacción.
"El acceso de los jóvenes es la gran asignatura pendiente del mercado", ha reconocido, teniendo en cuenta que son personas que, sin embargo, sí tienen capacidad para hacer frente al pago de la cuota. La solución no se antoja fácil.
"En materia de impuestos, son la línea de flotación para la Administración, y por la parte de los bancos supone más compromiso de capital y peor rentabilidad", ha considerado, aunque cree que se debe dar una solución en un plazo máximo de unos dos años. "Nos tenemos que olvidar de poner la casa de los padres" como garantía, ha advertido.