España puede convertirse en líder mundial en la producción de medicamentos. Solo necesita dos cosas: la primera, creéselo; la segunda, un plan estratégico que dirija los esfuerzos de la industria farmacéutica.

Representantes de tres de los grandes laboratorios (dos internacionales, uno español) farmacéuticos han puesto de relieve, durante el II 'Wake up, Spain!', que el gran esfuerzo realizado para superar la crisis de la Covid  ha mostrado la necesidad de potenciar la fabricación local para no depender de los vaivenes internacionales en un momento de especial incertidumbre. 

Lo mejor es que los mimbres ya los tenemos. Solo falta entrelazarlos. "En España ya existe tejido industrial y se puede convertir en un hub mundial de producción de medicamentos", ha aseverado Juan López-Belmonte, consejero delegado de Rovi y presidente de Farmaindustria.

Músculo hay: "Tenemos 82 plantas, generamos casi 40.000 empleos directos y más de 200.000 indirectos", ha recordado. Sin querer caer en la autarquía, López-Belmonte ha calificado de "excesiva" la dependencia de suministros del exterior, sobre todo procedentes del sudeste asiatico. "Globalización, sí, pero Europa debe desarrollar una producción propia", asegurando los canales de suministro de los medicamentos esenciales.

El presidente y director general de Pfizer España, Sergio Rodríguez, ha asegurado que nuestro país tiene un gran atractivo para seguir potenciando la producción, pues tiene profesionales e infraestructuras de "altísima calidad".

Pero también ha llamado la atención sobre que debe seguir atrayendo, "porque tenemos capacidad para invertir". Rodríguez ha pedido un "plan estratégico para seguir creciendo y siendo un país de referencia en términos sanitarios. Tenemos capacidad y los mimbres para hacerlo".

El presidente del Grupo Novartis España, Jesús Ponce, ha analizado la necesidad del plan. Por un lado, "el componente plurianual asegura estabilidad y visión estratégica". Por otro, hace falta traer inversiones a España tanto en términos de producción como de i+D y otros campos.

Para Ponce esto "solo se puede conseguir a través de un plan estratégico que ponga en valor su importancia en la economía y la sanidad". Ha recordado que esa posibilidad de un hub de producción de medicamentos esenciales ya es una realidad en cuanto a los antibióticos, concretamente la amoxicilina, evitando la dependencia de otras regiones del planeta sobre las que puede sobrevolar la incertidumbre. Siempre remarcando, eso sí, que no se trata de un tema de autarquía sino de un equilibrio realista entre los aspectos positivos y negativos de la globalización.

Un momento clave para el sector farmacéutico

Juan López-Belmonte ha explicado que el sector farmacéutico se encuentra en un momento clave, en un período de transición entre la medicina entendida de forma tradicional y la llegada de las terapias avanzadas, y es necesaria una hoja de ruta que dirija los esfuerzos hacia buen puerto.

"Estamos expectantes de que se cumpla el componente 18 del plan de transformación, recuperación y resiliencia", comentado el presidente de Farmaindustria. "Estamos hablando de acceso, de sostenibilidad, potenciar el tejido industrial y fomentar el liderazgo en ensayos clínicos".

A este último respecto, los tres ponentes han recordado que España ya es líder mundial. "Participamos en un tercio de los que se están realizando" y, en el área oncológica, solo estamos por detrás de Estados Unidos", ha señalado el consejero delegado de Rovi. "Somos uno de los grandes sectores que puede devolver a la industria española al brillo de antes de la pandemia".

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Jesús Ponce ha puesto en valor este aspecto. "La industria farmacéutica ha estado a nivel de las exigencias que se han puesto por encima de la mesa". Sergio Rodríguez ha recalcado la forma en que ha respondido durante la pandemia. "No hubo desabastecimiento de medicamentos, ni de la Covid ni de ningún otro campo".

Por eso, la base del plan estratégico es "el acceso a la innovación y sostenibilidad, y que el sistema sanitario sea un sistema de calidad", ha apuntado. "Invertir, proteger la producción y todo lo que tiene que ver con la ciencia, así como facilitar el acceso a la innovación", para todo ello será clave disponer de un plan de futuro a medio y largo plazo.