Aznar medió con Génova para que Alejandro Fernández fuera designado candidato en Cataluña

Alberto Núñez Feijóo se decantó finalmente por Fernández, aunque no era su primera opción. Eso explica, entre otras cosas, que su nombramiento se haya demorado dos semanas desde que Pere Aragonès convocó formalmente las elecciones.

Las fuentes consultadas hablan de una gestión "discreta" de Aznar en defensa de "la unidad de partido", que podría verse alterada si se apartaba de repente de la candidatura a quien ha dirigido la formación en Cataluña en los cinco últimos años. Además, en la decisión operó el "lastre" que podría suponer el cambio de liderazgo, que habría emitido el mensaje de que Génova buscaba alguien más "amigable" con el independentismo, en beneficio del camino de Feijóo hacia la Moncloa. 

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La dirección nacional del PP confirmó este martes a Alejandro Fernández. Hasta ese día, ninguno de sus miembros se había pronunciado públicamente en favor del líder catalán, conscientes de que Feijóo barajaba otras alternativas, entre ellas la de la eurodiputada, exministra y dirigente del PP en Cataluña, Dolors Montserrat.

Aznar siempre ha tenido buena opinión de Alejandro Fernández, tanto por su combatividad contra el nacionalismo desde que llegó a la presidencia del PP en 2018, con Pablo Casado entonces al frente de Génova, como por su capacidad oratoria.

En el debate de la elección de candidato, la diputada y portavoz adjunta Cayetana Álvarez de Toledo fue de las pocas en dar un paso la frente en favor de Fernández. "El mejor candidato", dijo en sus redes sociales, después de que éste anunciase su disposición a liderar la lista del PP el 12-M, pero también a aceptar la decisión final de Génova.

De hecho, en el momento en que afloraron tensiones entre Fernández y Feijóo -cuando el líder gallego autorizó contactos con Junts en las vísperas de su investidura fallida- Aznar ya maniobró en su favor. El líder catalán del PP criticó públicamente aquel acercamiento "informal" al partido de Carles Puigdemont, por mucho que Génova lo consideraba tácticamente beneficioso.

"Cuando confirmen que lo único que quieren es la amnistía y el referéndum, quedará claro que Feijóo no es presidente porque no les dará nunca lo que Sánchez sí está dispuesto", aclaraba el entorno del presidente nacional del PP para justificar el diálogo con Junts.

"Que alguien me diga de qué hay que hablar con Junts. Puigdemont sí es mi rival, y lo es del proyecto del PP, de la Constitución y de España", proclamó Fernández. El enfrentamiento acrecentó en Génova la idea de su relevo, a través del congreso regional que el PP catalán mantiene pendiente. Entonces, el expresidente Aznar ejerció su influencia para evitar un terremoto.

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Cuando Feijóo lanzó su política de "catalanismo cordial", Alejandro Fernández y Cayetana Álvarez de Toledo encabezaron la corriente que, desde dentro del partido, cuestionaba esa estrategia.

Otro líder nacional que nunca ocultó su apuesta por Fernández fue Miguel Tellado, mano derecha de Feijóo y portavoz en el Congreso. En su opinión, la "firmeza de principios" que ha demostrado el hoy candidato popular es un plus frente a otras opciones también barajadas, como Dani Sirera o el alcalde de Castelldefels, Manu Reyes, que previsiblemente también irá en las listas del PP al Parlament.

El lunes, víspera de la designación oficial de Fernández, éste y Feijóo se reunieron en Madrid para sellar la paz. El líder catalán se comprometió a seguir las directrices de Génova y Feijóo se aseguró de marcarlo de cerca, situando a Dolors Montserrat como presidenta del comité de campaña.

Alejandro Fernández controla la mayoría del partido en Cataluña, cuenta con el favor de las bases. Y aunque Génova no está convencida de su trabajo orgánico, apartarle de la candidatura a la Generalitat, no sólo habría abierto una guerra en el partido, sino que habría minado la autoridad de cualquier sustituto que fuera elegido por Madrid.

Feijóo ha querido evitar conflictos en un momento en que las encuestas pronostican una gran subida del PP en Cataluña, como "única alternativa constitucionalista" al independentismo y a un PSC "alineado con Sánchez, empeñado en expandir el procés a toda España".