Consuelo Kanaga: 'Dos mujeres, Harlem', h. 1938. © Brooklyn Museum

Consuelo Kanaga: 'Dos mujeres, Harlem', h. 1938. © Brooklyn Museum

Arte

Consuelo Kanaga, la fotógrafa que puso rostro a la negritud en un mundo de blancos

El centro KBr Fundación Mapfre de Barcelona rescata a una de las pioneras en retratar a la comunidad de color en Estados Unidos.

21 abril, 2024 01:44

Consuelo Kanaga (Astoria, Oregon, 1894 - Nueva York, 1978) es la fotógrafa de “la negritud”. Ella, de raza blanca, fue una de las pioneras en retratar a la comunidad de color en Estados Unidos. Esta es su aportación. Sin embargo, su trayectoria –como muestra la exposición, organizada por núcleos temáticos– es mucho más compleja y diversa.

Consuelo Kanaga. Atrapar el espíritu

KBr Fundación Mapfre. Barcelona. Comisario: Drew Sawyer. Hasta el 12 de mayo

Kanaga se inició como fotoperiodista en una edad muy temprana, cuando tenía 21 años. Y a lo largo de su trayectoria también cultivó el retrato comercial (que le podía procurar sustento), el retrato de personalidades singulares de la cultura (algunos, como el que hizo de Mark Rothko, han devenido icónicos) o el retrato de niños...

Igualmente, la exposición, organizada por el centro KBr de la Fundación Mapfre, explora otras facetas como la fotografía de viajes (Kanaga realizó una larga expedición por el norte de África y Europa, becada por un mecenas) o la fotografía artística, esto es fotografía abstracta, bodegones, etc. Todas estas facetas coexisten con la pasión por “la negritud” en Consuelo Kanaga e introducen más complejidad y grosor a su trabajo.

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Un aspecto importante que ayuda a entender su porosidad por la identidad negra es su compromiso social y posición de izquierdas. En los años treinta del pasado siglo, ella colaboró como fotoperiodista en publicaciones vinculadas al Partido Comunista y a la extrema izquierda como New Masses, Labor Defender o Sunday Worker y se vinculó a iniciativas y grupos de fotógrafos bajo el signo del compromiso social y/o la renovación fotográfica: el Grupo f/64 y la Photo League, organización esta última dedicada a la fotografía activista.

Aunque Kanaga expresó una sensibilidad social desde sus inicios, empezó a fotografiar afroamericanos avanzada ya su carrera, también a principios de la década de los treinta.

Consuelo Kanaga: 'Ella es árbol de vida', 1950. © Brooklyn Museum

Consuelo Kanaga: 'Ella es árbol de vida', 1950. © Brooklyn Museum

Muchos pueden ser los motivos. Pero acaso es importante señalar que en los años veinte surgen en la comunidad de color de Nueva York proyectos culturales y literarios que reivindican la condición y la identidad negra (el “Nuevo negro”), que contribuyeron a la visualización del problema afroamericano en la alta cultura.

También los años treinta corresponden al periodo de la Gran Depresión, cuando las tensiones y contradicciones sociales se agudizaron y muchos creadores e intelectuales que militaron en la izquierda, entendieron que la fotografía era un instrumento de denuncia y toma de conciencia.

El compromiso social de Consuelo Kanaga ayuda a entender su porosidad por la identidad negra

¿Por qué es tan importante retratar personas de color? En un contexto de violencia y discriminación racial como eran los Estados Unidos de los años treinta (anteriores y posteriores), los afroamericanos eran simplemente silenciados, estaban ausentes de los medios, no existían...

La aportación de Consuelo Kanaga es la de atribuirles una visibilidad. Falta por saber su alcance. Intuimos que se trata de un gesto especialmente simbólico: las plataformas y revistas que podían vehicular estas inquietudes eran, en aquel momento, minoritarias por no decir marginales.

Consuelo Kanaga: 'Sin título (Nueva York)', 1940. © Brooklyn Museum

Consuelo Kanaga: 'Sin título (Nueva York)', 1940. © Brooklyn Museum Consuelo Kanaga

La primera fotografía que expresa la problemática de la negritud en la trayectoria de Kanaga (por lo menos en la exposición), Manos, posee una carácter programático. Se trata de una pieza fechada en 1930 que presenta un apretón de manos, una de color, masculina, y otra blanca, posiblemente femenina, que se entrelazan; toda una declaración de principios e intenciones. ¿Ingenuidad? Posiblemente a la luz de hoy en día, pero en aquella generación implicada en un compromiso ético y social, había un mensaje de esperanza.

En términos generales, con relación a los retratos, la actitud y los procedimientos de Kanaga son los mismos cuando fotografía personas blancas o afroamericanos. Raras veces los presenta en su entorno o contexto, utiliza primeros planos del rostro y las manos del modelo como elemento expresivo, así como el trabajo de laboratorio para aumentar el contraste entre luces y sombras, etc.

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Intuimos también un trabajo de preparación emocional y complicidad entre modelo y fotógrafa, la única manera de alcanzar una expresividad en el retrato. No obstante hay un valor diferente: el rostro negro –mancha o zona oscura sobre el plano, en términos estrictamente plásticos– se manifiesta de otra manera que el rostro claro o zona pálida.

Diversas son las estrategias formales que utiliza Consuelo Kanaga, pero un ejemplo didáctico es Muchacha de perfil (1948), en la que el rostro oscuro de la joven de color contrasta violenta e intencionadamente con el fondo blanco.

Consuelo Kanaga: 'Muchacha de perfil', 1948.  © Brooklyn Museum

Consuelo Kanaga: 'Muchacha de perfil', 1948. © Brooklyn Museum

Consuelo Kanaga falleció a los 83 años siendo prácticamente una total desconocida. Sin embargo, parte de su archivo o legado se depositó en el Brooklyn Museum que, al margen de otras puntuales iniciativas, ha realizado una gran labor de puesta en valor y reconocimiento de su obra, reivindicado a Kanaga como una de las primeras fotoperiodistas americanas además de una de las pioneras del activismo fotográfico y de la fotografía de la negritud.

No hay duda de que la obra de Consuelo Kanaga posee interés y que ella es una gran profesional, pero el cambio de valoración responde, más bien, a otras razones. Podría argumentarse que esta alteración de apreciación está motivada por el cambio experimentado por la sociedad y que esta busca y encuentra lo que necesita.

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En este sentido Kanaga –como mujer y activista fotógrafa– representaría un símbolo o referente moral. Pero otras lecturas son posibles, acaso la fuerza y el revulsivo –el acto político que representaba fotografiar a la comunidad afroamericana– se ha erosionado y se ha transformado en un simple hecho de museo o un hecho estético.