Sánchez reivindica ahora el "sanchismo" como baza electoral y hace 6 meses lo consideraba un insulto

Aquel exabrupto nació —o, al menos, se viralizó— gracias a la respuesta de un niño, de apenas seis años, que se quejó, frente a las cámaras de Telemadrid, del cierre de una estación de esquí en Navacerrada. "No lo cierres, Perro Sánchez (sic), que eres el peor", manifestó el menor. Las redes sociales hicieron el resto.

Lejos de ceder en exclusiva el apodo a los críticos del presidente, el Partido Socialista lo resignificó. Y algo similar ha hecho ahora su secretario general con el llamado "sanchismo". El término haría alusión a la manera de gobernar de Pedro Sánchez, al igual que el zapaterismo hizo lo propio con José Luis Rodríguez Zapatero y el felipismo, con los años de Felipe González.

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De hecho, el PSOE de Zapatero —apodado, precisamente, ZP— también hizo algo similar con el gesto de la zeja, que destacadas personalidades de la cultura emplearon en apoyo a su candidatura.

Del infundio al eslogan

Hace unos meses, Sánchez criticaba el uso de la palabra por parte de la oposición, pero este domingo hacía bandera de la misma, resignificándola, incluso: "¿Qué es el sanchismo? Que ni Feijóo ni Abascal gobiernen, y a Rueda le va a pasar lo mismo".

El líder de los socialistas se adueña así del término, que hasta ahora catalogaba poco más o menos como un infundio creado por la derecha y la extrema derecha para demonizar su gestión a frente del Gobierno y exagerar sus males.

De hecho, Pedro Sánchez no veía con tan buenos ojos el término cuando fue entrevistado por Jordi Évole en junio de 2023. "Esto del sanchismo es una burbuja que han inflado a lo largo de estos cinco años [la derecha y la extrema derecha] en base a tres cosas: las mentiras, las manipulaciones y la maldad", respondía entonces.

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En otra entrevista, en un programa de Telecinco, enumeró que las "mentiras, la manipulación y maldades" eran los ingredientes que habían creado esta burbuja, cocinados por la oposición al Gobierno que preside.

Ya en 2022, Sánchez criticó que la derecha, según dijo, fuese quien usaba con más ahinco los términos felipismo y zapaterismo. Ambas figuras, a su juicio, no eran sino vehículos para denostar las políticas progresistas. "Ni felipismo ni zapaterismo ni sanchismo... Se llama socialismo", subrayó en aquella ocasión, entre aplausos de los militantes del PSOE.