El presidente de la Fed, Jerome Powell, antes de una intervención en un evento económico.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, antes de una intervención en un evento económico. Reuters

OPINIÓN MERCADOS La tribuna

¿Por qué la inflación sigue siendo un problema?

25 abril, 2024 02:41

Se está reconsiderando la posibilidad de una política monetaria, pero no en la dirección que muchos esperaban. Si hace literalmente un mes los analistas pronosticaban una bajada de tipos en la próxima reunión, ahora se habla incluso de la posibilidad de una subida.

La persistente inflación tiene la culpa de todo. Y lo que es aún más preocupante, el crecimiento de los precios se aceleró durante el primer trimestre, con un aumento del IPC a una tasa anualizada del 4,5% en los últimos tres meses.

Pero, ¿qué ha llevado a que la estabilidad de precios se haya desvanecido?

Ahora se habla incluso de la posibilidad de una subida

En primer lugar, la volatilidad de los precios del petróleo, dadas las crecientes tensiones geopolíticas en Oriente Medio, las acciones del cártel OPEP+ y el aumento de la demanda ante el continuo crecimiento económico mundial.

En segundo lugar, la economía estadounidense sigue siendo sólida a pesar de la subida de tipos. Por ejemplo, Goldman Sachs ha elevado su previsión de crecimiento del PIB estadounidense para el primer trimestre de 2024 al +3,1%, frente al +2,5% anterior.

¿Se frenará la inflación este año?

A falta de nuevas sorpresas, al menos en el frente geopolítico, hay motivos para creer que los precios bajarán. El optimismo se ve alimentado por el hecho de que la masa monetaria en Estados Unidos se está reduciendo rápidamente.

En pocas palabras, cuanto menos dinero circula en la economía, menos pueden prestar los bancos y menos pueden pedir prestado y gastar las empresas y los consumidores. A su vez, eso hace bajar los precios.

Cuanto menos dinero circula en la economía, menos pueden prestar los bancos y menos pueden pedir prestado

Los datos de marzo mostraron una tasa de crecimiento negativa del 4,05% respecto al año anterior, la mayor caída interanual registrada. Es casi el doble del descenso del 2,3% experimentado en febrero.

Por otra parte, el impacto de las tensiones relacionadas con la banca podría ser aún más pronunciado a finales de año, especialmente a medida que el crédito se restringe, con menos préstamos bancarios, dejando menos dinero en la economía.

¿Qué más?

La esperanza, por ahora, es que las continuas contracciones del volumen de dinero en circulación en la economía ayuden a reducir la inflación sin llevar a la economía al desastre. Queda por ver si este escenario es alcanzable.

En cuanto a los mercados, si el índice del dólar DXY supera los 107 puntos, se abriría el camino hacia el máximo de 2022, lo que no augura nada bueno para los activos de riesgo. Sin embargo, tal posibilidad parece escasa por el momento.

***Igor Kuchma es analista de Trading View.

Tony Olivo, CEO de Babel.

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