El exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, formó una "red de movimientos con repercusión, alojamiento o manifestación en diversos países" junto a sus testaferros. Así lo asegura la Audiencia Provincial de Madrid en un auto en el que desestima la pretensión de eludir la cárcel de Alberto Portuondo, administrador de la sociedad Albisa, quien habría mediado para pagar comisiones ilegales el expresidente de Bankia. En otra resolución, el tribunal ha confirmado que se puedan desbloquear las cuentas de Rato una vez que satisfaga una fianza de 18 millones de euros con el embargo de sus bienes por esa cantidad.
No son "meras elucubraciones"
El tribunal ha analizado el trabajo elaborado por la Guardia Civil sobre los delitos de blanqueo y corrupción entre particulares. "La narración de los hechos no se construye sobre meras elucubraciones. Por el contrario, se ampara en declaraciones testificales de las personas que intervinieron directamente en las distintas operaciones y entidades; se ilustra también con abundante documentación que confirma –indiciariamente de momento- la dinámica seguida; y resulta, asimismo, contrastada con los informes emitidos por la Oficina Nacional de Investigación del Fraude, de la Agencia Estatal Tributaria", alega la Sala en un auto.
Así, señala que no puede atender a la petición de la defensa, que alegaba que la prisión de Portuondo estaba basada en una investigación pobre e incompleta. El tribunal niega esta postura y, por el contrario, considera que la decisión del juez Antonio Serrano-Arnal de ordenar su ingreso en prisión, tras ser detenido en el aeropuerto de barajas a finales del mes de agosto cuado volvía a México, donde trabajaba, "es el resultado de las investigaciones iniciales, que apuntan a una serie de operaciones contractuales
impulsadas desde la entidad mercantil Bankia en la época en la que presidía la entidad" Rato.
Participación de Portuondo
En esas operaciones también intervino Portuondo, quien, según la Sala, "indiciariamente intermedia primero y luego participa decisivamente en la adjudicación de determinados contratos a empresas que, a través de sucesivas contrataciones, acaban embolsándose importantes cantidades de dinero (dos millones de euros) parte de las cuales termina en la sociedad Kradonara 2001, perteneciente a Rodrigo Rato".
Por tanto, la implicación de Portuondo en las operaciones contractuales que partiendo de Bankia recorren Publics Comunicación España, Zenith Media, Albisa Inversiones y Asesoramiento y Kradonara 2001, "dan curso al dinero aludido, no es baladí en absoluto; todo indica que ha sido sustancial".
El tribunal también ha analizado la declaración del empresario ante el juez tras su detención. En ésta, aseguró ser una especie de asesor genérico de varias personas de Bankia, añadiendo que "pese a los más que cuantiosos emolumentos que percibía, no emitía casi nunca informes ni estudios, sino que 'se reunían y hablaban'". Además, negó tener una relación próxima a Rato y se distanció de las operaciones con las que se le vincula.