En pleno confinamiento del año pasado, el Ayuntamiento de Alicante decidió quitar las cintas que decenas de propietarios de perros fallecidos habían colgado en uno de los árboles del Parque Sergio Melgar, en la playa de San Juan. El motivo fue que las bandas estaban estrangulando las ramas del ficus, por lo que los técnicos de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Alicante pensaron que la mejor forma de salvarlo era quitando todo lo que colgaba de él.
Un año después, el concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar, reconoce que se equivocaron y que debieron avisar antes de que las bandas fueran retiradas. Ya que muchas de las personas que habían utilizado el árbol para honrar a sus mascotas, pernsaron que la administración había tirado las cintas a la basura.
Sin embargo, Manuel Villar defiende que en ninún momento se planteó deshacerse de ellas, sino que se guardaron todas para posteriormente colocarlas en un sitio nuevo. "Siempre tuvimos claro que volveríamos a colocar las cintas en otro lugar. Pero cuando vimos la repercusión que tuvo, empezamos a pensar en cómo paliar nuestro error, de la forma más digna posible".
Muchas fueron las ideas que se plantearon como alternativa al árbol original. Algunas como una valla perimetral, un panel o hasta un árbol hecho con madera. Pero todas se descartaron y finalmente se recurrió al Instituto Tecnológico de Metal de Alicante para que fabricaran un arbusto hecho con ese material. Finalmente, fueron los propios alumnos del centro los encargados de realizar el boceto e incluir todo tipo de detalles en la obra (nidos, arañas y hasta un nido de pájaros).
Un año después, el "rinconcito de los recuerdos" como muchos han apodado a este lugar luce con todas las cintas, y lo hace sin dañar la naturaleza del Sergio Melgar. Además, el Ayuntamiento ha recibido varias peticiones para poner monumentos del mismo tipo en varios parques de Alicante.
La Concejalía de Medioambiente de Alicante señala que llevará a cabo su implantación, pero que todavía tienen que decidir el lugar y el momento en el que se pondrán los nuevos monumentos.
"Tenemos que ver cuantos y donde los ponemos. Aunque creemos que el parque Sergio Melgar es un sitio significativo. Se valorará también poner alguno en otros puntos de la ciudad", afirma el concejal de Medioambiente, Manuel Villar.
Esta es una opción para honrar a los amigos de cuatro patas que ya no están, pero cada vez hay más gente que se anima también a llevar a cabo un funeral, a incinerarlos o hasta a enterrarlos en un cementerio especial para mascotas.
Mi fiel amigo es el primer cementerio para mascotas de la región. Se encuentra en la pedanía de Torrellano, perteneciente al municipio de Elche, y está abierto desde 2018. Este "camposanto" ofrece servicio de recogida de animales y entierros, fosas y nichos, y hasta la posibilidad de esparcir las cenizas con el resto de miembros de la familia.
La idea surgió cuando murió la mascota del impulsor, Pedro Punzano. "Quise enterrarla en mi chalet pero me dijeron que era delito". Al ver que el cementerio de mascotas más cercano estaba en Madrid, decidió fundar el suyo propio. Desde que abrió sus puertas, Mi fiel amigo ha dado sepultura a más de 350 mascotas.