Este viernes ha finalizado la primera feria internacional de turismo de Madrid (Fitur) celebrada en el mes de mayo, una edición especial marcada por la necesidad de insuflar optimismo a un sector que parece que se encuentra a las puertas de la recuperación.
Por ahora las sensaciones siguen siendo de expectación, sobre todo por el avance de la vacunación y los datos de contagios tras el fin del estado de alarma en España.
La propia naturaleza de Fitur ha dado el tono de lo que se espera en las próximas semanas: sin casi presencia extranjera, la feria de Madrid tiene en apariencia mucho menos sentido que en otras ediciones.
Sin embargo, los empresarios consultados por este diario coinciden en señalar en que es "bueno" que se demuestre que "se pueden celebrar este tipo de eventos en condiciones seguras", además de poder tomar el pulso al mercado nacional, "que es al que nos tenemos que agarrar porque va a ser el que nos salve", comenta una empresaria.
Salvando las distancias de los datos sanitarios, eso fue lo que pasó en 2020, cuando Reino Unido cerró sus fronteras en pleno mes de julio. Fueron dos meses a medio gas para la Comunidad Valenciana, pero aún así con mejores datos que el cierre total del primer semestre.
Dos factores invitan al optimismo. El primero, que esta claro que Reino Unido acabará por quitar el veto de los viajes a España, tarde o temprano. Una buena prueba de ello es la noticia adelantada este viernes por EL ESPAÑOL sobre que las compañías aéreas habían doblado vuelos al aeropuerto de Alicante este fin de semana (de 26 a 60).
Las fuentes consultadas indican que esto demuestra que el interés por la Costa Blanca se matiene intacto, por lo que la recuperación turística "será en V".
El otro es que las expectativas que tienen empresarios turísticos que controlan mucho las reservas, como los hoteles, son de apertura progresiva y sin marcha atrás. Está previsto que a mediado del mes de junio la mitad de la planta hotelera de Benidorm asociada a la patronal Hosbec (55) esté abierta, con una desescalada progresiva.
¿Qué retos presenta esta coyutura? Por un lado la alta competitividad turística, tanto entre regiones (lo que siempre puede desembocar en una guerra de precios) como en el Mediterráneo, con países como Turquía, Grecia o Croacia dando prioridad a la vacunación del personal turístico.
Por otro, que se imponga un modelo de reservas de última hora que ya está lastrando las previsiones de sectores como los apartamentos, lo que haga que sea muy difícil planificar la temporada.
Independientemente del resultado, lo cierto es que las sensaciones entre los empresarios es que algo se empieza a mover tanto en España como en Europa. En unos meses veremos si es un espejismo o algo más.