Benidorm no quiere depender del resto de la provincia de Alicante, de la Comunidad Valenciana y mucho menos del conjunto de España: busca que se tengan en cuenta sus datos sanitarios de manera aislada, con el objetivo de demostrar en Reino Unido, su principal mercado, que son un destino seguro.
Con esa idea el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, se reunirá este miércoles con el embajador británico en España, Hugh Elliot, para pedirle que el Ejecutivo inglés tenga en cuenta las particulares características de la capital turística, actualmente uno de los municipios de España con menor incidencia de Covid.
En concreto, y según los últimos datos, la ciudad registra 14,2 casos por cada 100.000 habitantes, menos de la mitad que el conjunto de la Comunidad Valenciana (34,7) y apenas una fracción de la media nacional, situada en 121,8.
Lo que Benidorm intenta es posicionarse de cara a la decisión que el Gobierno británico tomará previsiblemente el próximo 7 de junio, con la revisión de los destinos a los que recomienda o no viajar.
Tanto Baleares como Canarias podrían pasar la criba, según anunció recientemente el ministro de Aviación, Robert Courts, en respuesta a una pregunta parlamentaria sobre la posibilidad de que las islas se agregen de manera independiente a la lista verde del país la semana que viene.
En este sentido, Baleares tiene una incidencia de 37,9, mientras que en Canarias se va a 73,2. Las autoridades de Benidorm, junto a los empresarios de la capital turística, informarán a Elliot de que "no existen motivos para no tener en cuenta estas cifras", teniendo en cuenta "la alta trazabilidad de los turistas".
Se estima que más del 90% de los británicos que visitan la Comunidad Valenciana van a la provincia de Alicante. La mayor parte del sector vacacional se lo lleva Benidorm, mientras que para la segunda residencia es habitual que se desplacen más al sur.
La idea de considerar a Benidorm como "una isla" no es nueva. El pasado mes de septiembre ya se lanzó la campaña "Benidorm es una isla", en referencia a la comparativa con Baleares y Canarias, destinos a los que el Ejecutivo de Boris Johnson usualmenete dispensan un trato diferencial por estar separados de la Península.
Mercado "fundamental"
La recuperación de los viajes con Reino Unido es "fundamental" para remontar el verano, que actualmente depende casi por entero del turismo nacional. El fin del cierre perimetral el pasado 9 de mayo ha supuesto un balón de oxígeno, pero el sector aún está muy lejos de la normalidad.
De momento el fin de la obligación de presentar PCR negativos a los viajeros ingleses ha animado la recuperación de los vuelos, que ya rozan el centenar en el aeropuerto de Alicante y también han vuelto a Castellón.
Según los datos de la patronal de Benidorm, Hosbec, los hoteles de la ciudad han rozado el 48% de ocupación durante la semana del 24 al 30 de mayo. "El turismo internacional sigue prácticamente desaparecido, ya que el 84,3% de las habitaciones han sido ocupadas por visitantes de origen nacional", indicaron.
La tendencia cambia el fin de semana, en el que la ocupación llega al 67,8%. Las mismas fuentes recordaron que, aunque durante esta semana se han producido varias reaperturas de hoteles en Benidorm, "la oferta hotelera es más reducida de lo habitual, ya que solo un 40% de los hoteles asociados a Hosbec están abiertos al público".