El número de británicos que ha decidido cambiar de nacionalidad y pasar a ser españoles se han disparado hasta multiplicarse por diez desde la votación de Reino Unido para salirse de la Unión Europea, en verano de 2016.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), recogidos y analizados por el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), España ha pasado de registrar 44 peticiones hace un lustro a 392 en 2020. Este incremento ha sido progresivo, con 54 en 2017, 56 en 2018 y 235 en 2019, el año de la salida definitiva.
En total, 926 británicos han pedido desde el año 2013 cambiar su nacionalidad por la española. El 67% se concentran en los dos últimos ejercicios, lo que refleja de forma bastante clara el peso que ha tenido el Brexit en la decisión.
Madrid es la zona de España que más solicitudes ha concentrado en este periodo de ocho años, con 225, un 24,3% del total. Le sigue Barcelona, con 142 (15,3%). En tercera posición está Alicante, que ha tramitado 74 peticiones, el 8%.
La aparición de Alicante en la parte alta de la tabla se explica por la cantidad de ciudadanos británicos viviendo en la provincia. Es, de hecho, la zona de España donde más ciudadanos de Reino Unido residen de manera habitual, con 69.728 de los 250.000 que había en España en 2019 (el 27,85% del total).
El responsable de Estudios de Ineca, Francisco Llopis, explica que la salida de Reino Unido de la Unión Europea ha tenido un "efecto evidente" en una estadística "que antes era testimonial".
Llopis recuerda que el cambio de nacionalidad "no es un cambio de residencia" o un empadronamiento y que la diferencia de derechos entre ambos "no es tan grande", por lo que existe un matiz simbólico que parece haberse acentuado con el Brexit,
Es por esto, continúa, que provincias como Alicante, donde está mayor colonia inglesa en España, tenga un porcentaje mucho más pequeño que otras zonas. "En muchos casos con un empadronamiento basta. Y esa es la opción de la mayor parte de la población residente", concluye.
La importancia de los británicos
El mercado inglés es capital para España. En 2019, año prepandemia, uno de cada cinco extranjeros que entraba en el país era de Reino Unido. En la Comunidad Valenciana este porcentaje se eleva al 33%, principalmente por el peso que tienen en la Costa Blanca. En Benidorm el 40% de su turismo, de más de diez millones de pernoctaciones al año, es inglés.
Precisamente por esta dependencia el retraso en la llegada de británicos este verano ha impedido que el sector turístico se reactive completamente. Reino Unido no tiene previsto sacar a España de su zona de países sin necesidad de cuarentena hasta, como muy pronto, finales de julio, según las estimaciones de su embajador, Hugh Elliot.
No se trata solo del sector vacacional. En Alicante muchos ciudadanos de Reino Unido tienen su segunda residencia, y tienen un peso muy importante en el mercado inmobiliario. En el primer trimestre del año la provincia de Alicante registró 7.786 operaciones de compraventa de viviendas, lo que suponen 1.247 menos que en el mismo periodo del año anterior.
El análisis de los promotores es que la cifra se da por la caída en la venta de vivienda usada, en la que los británicos son los principales clientes, debido a las restricciones para viajar entre los dos países. Pero eso no quiere decir que haya habido un cambio de tendencia: los empresarios han detectado que "el interé ssigue ahí" y "la demanda potencial es brutal". "Cuando se acabe la cuarentena, volverán a ser el primer mercado", concluyen.