La 'cara b' del Plan de Recuperación europeo: la AP7 volverá a ser de pago en 2024 tras cuatro años gratis

La aceptación del Plan de Recuperación y Resilencia presentado en Bruselas por el Gobierno de España conlleva también la aceptación de la implantación de peajes en las autovías españolas, tal como está estipulado en el documento. En concreto, el Ejecutivo se marca 2024 como objetivo para implantar un nuevo sistema de pago, aún por definir. 

Esto quiere decir que la AP7 que recorre la costa de la Comunidad Valenciana de norte a sur (y parte de la catalana) volverá a ser de pago tras solo cuatro años de gratuidad, ya que la concesión venció el 31 de diciembre de 2019.

Esta autopista fue de pago durante 50 años, con unos precios de unos 10 céntimos por kilómetro recorrido al final de su vida; un trayecto entre Alicante y Valencia, por ejemplo, rondaba los 14 euros (unos 140 kilómetros) en 2019. 

En principio, y a falta de concretar los detalles de los nuevos pejaes, parece que el Gobierno quiere cobrar importes más bajos. Desde la Asociación de Empresa de Conservación y Explotación de Infraestructuras (Acex) se ha precisado que un importe sostenible sería de 4 céntimos por kilómetro recorrido, lo que supondría, siguiendo el ejemplo de Benidorm-Valencia, un peaje de 5,6 euros. 

Pagar el mantenimiento

El plan aprobado por Bruselas incluye en su redacción "impuestos o pagos relacionados con la movilidad, como la introducción de peajes de carretera y la revisión de las figuras tributarias que gravan la matriculación de vehículos".

Esto desemboca en "la creación de un mecanismo de pago por el uso de las carreteras del Estado, que comenzará a funcionar a partir de 2024, con arreglo al principio de 'quien contamina paga'". "El objetivo de esta medida es internalizar los costes externos del transporte por carretera", con el objetivo de "lograr una mayor eficiencia en este sector" y conseguir una mayor sostenibilidad. 

Sin embargo, lo cierto es que el fin de la concesión de muchas autopistas de peaje ha supuesto un incremento en los costes de mantenimiento que está sufragando el Gobierno, por lo que la idea del nuevo sistema de peajes pasa por cubrir ese déficit. 

Así lo expresó en su día el director general de Tráfico, Pere Navarro, en una polémica comparecencia en la que destacó que todos los países europeos tenían algún sistema de pago: "No podemos hacer que la pobre abuelita que cobra una pensión y no tiene ni coche esté pagandopor la conservación y el mantenimiento de autopistas y autovías". "El que usa, lo paga", remató.