Los cuatro integrantes de la conocida como manada de Callosa, acusados de una violación grupal a una joven de 19 años en 2019, han reconocido íntegramente los hechos y han pedido perdón ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Alicante, en la que ha comenzado este lunes el juicio.
Los acusados, de entre 19 y 24 años, también se han mostrado arrepentidos, aunque alegan que no eran conscientes de lo que estaban haciendo, debido a la gran ingesta de drogas y alcohol que habían consumido previamente, según ha dicho a los periodistas el abogado de la víctima, Francisco González, al acabar la primera sesión del proceso.
De esta forma, han querido evidenciar que "sus facultades estaban mermadas", hecho que, en opinión de González, no está probado.
"Al contrario, las pruebas realizadas demuestran que eran grandes consumidores" de sustancias estupefacientes, lo que, a su juicio, incide en que estaban acostumbrados a ellas y sí podían seguir conscientes de la agresión.
El representante de la acusación particular ha señalado también que la víctima, que tendrá que declarar mañana, "se siente resarcida económicamente" con la sanción económica fijada inicialmente en el juicio.
Esta primera sesión, que se ha limitado a la lectura íntegra de los hechos y a su asunción por parte de los acusados, ha tenido lugar después de que el Ministerio Fiscal haya rechazado el acuerdo al que habían llegado la acusación particular y las defensas para "evitar una revictimización de la víctima" y que "tuviera que pasar otra vez por todo esto", ha explicado González.
El letrado ha detallado que ambas partes habían acordado solicitar penas de 18 años de cárcel para el presunto líder del grupo y entre 14 y 16 años para el resto de los componentes.
Sin embargo, ha continuado González, "el ministerio fiscal se ha desvinculado del acuerdo", por lo que los abogados del caso se han mostrado "sorprendidos y disgustados".
"No tenemos constancia de la motivación" ni de los "argumentos" esgrimidos por la Fiscalía, que "no ha contado con la víctima", según este abogado.
Tras la ruptura del acuerdo previo, los acusados se enfrentan a 200 años de prisión en total, según la petición de la Fiscalía.
González ha adelantado que confía en que el proceso se reduzca, ya que, a su juicio, el reconocimiento de los hechos convierte en "innecesarias" las pruebas testificales.
Mañana tendrá lugar la comparecencia de la víctima, tras la cual, su abogado espera que concluyan las sesiones inicialmente previstas.
Los hechos
La agresión sexual que se les atribuye tuvo lugar en el día de año nuevo de 2019, tras pasar la Nochevieja en Benidorm, en un local propiedad de la familia de uno de los procesados. La chica presunta violación se produjo en la vivienda de uno de ellos en Callosa d'En Sarrià.
Fue la hermana de uno de ellos, la que bajó al piso de abajo de la vivienda y los encontró forzando a la víctima. La joven, testigo de lo ocurrido, avisó a su madre y juntas denunciaron los hechos a las autoridades.
Cuando los agentes de Policía y de la Guardia Civil llegaron a la vivienda, se encontraron con los presuntos violadores allí y con la víctima, que apenas podía pronunciar una palabra del estado de embriaguez en el que se encontraba. Pues se sospecha que la manada de Callosa habría podido drogarla con algún estupefaciente similar a la burundanga.
Los cuatro acusados, de nacionalidad ecuatoriana, que tienen entre 19 y 24 años, aseguraron ante la Guardia Civil durante la primera declaración no recordar lo sucedido.
En ese momento las cuatro versiones coincidieron en negar que se hubieran mantenido relaciones sexuales con la víctima. Para justificar la "pérdida" de memoria alegaron haber bebido alcohol y consumido drogas durante esa noche.
No obstante, el instituto armado halló grabaciones de la supuesta agresión sexual en los teléfonos móviles de los acusados, en los que se evidenciaría la oposición de la víctima a mantener relaciones con ellos. Por estos hechos, los cuatro jóvenes serán juzgados por varios delitos de agresión sexual y delitos de descubrimiento y revelación de secretos.
En principio, y salvo que se llegue a algún tipo de acuerdo entre las partes, se enfrentan a penas que suman un total de más de 200 años de prisión, a petición de la Fiscalía y de la acusación particular. Asimismo, el desarrollo del juicio se ha previsto en cinco sesiones, entre el lunes y el viernes.
El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Alicante ha acordado en un auto que la sesión en la que debe producirse la declaración de la víctima se celebre a puerta cerrada para preservar su intimidad. Esa misma medida se aplicará en las jornadas en las que se lleve a cabo el visionado de las imágenes.