Calpe, villa 'Verona', diez habitaciones y nueve dormitorios a 2 kilómetros de la playa. Casi 400 metros cuadrados de parcela, con piscina y jardin privado: 5.497 euros una semana en julio; si esperamos al 25 de septiembre el precio cae hasta los 3.046 euros.
La misma tarifa tiene otra casa individual, 'Florencia', también en el término municipal de Calpe. Está a 4 kilómetros de la costa y tiene 365 metros cuadrados, entre los que se incluyen siete baños individuales y una espectacular piscina rectangular.
En caso de querer ajustar el presupuesto se pueden encontrar villas con piscina algo más pequeñas, con seis habitaciones, desde algo más de 2.000 euros por semana en verano. El problema es que cada vez es más difícil encontrar un hueco para los próximos meses, porque las plataformas de alquiler están empezando a colgar el cartel de completo en ese subsector de alojamiento.
La complicada desescalada y recuperación que el sector turístico está teniendo después de un año y medio de restricciones por Covid ha encontrado algunos valores seguros, impulsados tanto por la propia situación sanitaria como por la propia necesidad de viajar de los turistas.
En este contexto, el sector del alquiler de los chalets individuales está viviendo "un repunte" en la costa valenciana por encima de los clásicos apartamentos familiares, según explica a EL ESPAÑOL Nino Gillem Sarabia, responsable de Interhome.
"Tenemos más demanda que en 2020, por motivos obvios, pero también estamos por encima de 2019 porque muchos de los propietarios han decidido quedarse y aprovechar sus casas", dice. Los precios "son superiores a los del año pasado", en el que se bajaron mucho, "aunque estamos ligeramente por debajo de la época prepandemia".
De hecho, y tal como explica Sarabia, el coste de alquilar una villa no es prohibitivo, a pesar del montante global. En los primeros ejemplos comentados, el alquiler sale a 305 euros por persona para toda la semana, contando las habitaciones como dobles. Eso son 43 euros al día. Si el contrato se cierra en septiembre el precio cae hasta los 170 euros.
'Planning' complicado
¿Qué tipo de cliente recurre a este producto? "Al principio teníamos algunos extranjeros, sobre todo franceses, pero ahora la mayoría con diferencia son españoles", explica. La tendencia que se da es que "vienen familias que alquilan por un largo periodo de tiempo, e incluso que se alternan el uso de la casa".
Sarabia apunta a que los destinos de costa peninsulares tienen la ventaja de la cercanía, porque "la gente tiene la seguridad de la cercanía", frente a otros destinos como las islas. También destaca la incertidumbre que se ha impuesto en el sector vacacional, donde "ya no es que haya última hora, es que se contrata en el último minuto".
"Si vemos el planning ahora mismo hay muchos picos, porque todo el panorama cambia de una semana para otra". Aún así dice que las previsiones "son mejores que hace un mes, donde parecía que íbamos a igualar el verano de 2020". "Ahora creemos que estaremos un poco por encima, pero todo depende de cómo evolucione la situación", añade.
Por su parte, el presidente de la patronal de apartamentos turísticos de la Comunidad Valenciana, Miguel Ángel Sotillos, dice que las previsiones para el sector están de momento "en el 60%, aproximadamente". Corrobora las dificultades y el coste añadido que tiene para las empresas trabajar en esta situación.
"La cosa se va animando, pero la evolución es lenta", agrega. Un factor importante en las próximas semanas será la posibilidad de que Reino Unido retome los viajes a la Península, y, de hecho, "ya se registran algunas reservas para el último tramo del año".