El sindicato CSIF exige a Instituciones Penitenciarias que refuerce urgentemente con más personal las prisiones de la Comunidad Valenciana. La central sindical alerta de que incidentes como los ocurridos recientemente en los centros penitenciarios de Cuenca y Algeciras podrían reproducirse en el ámbito valenciano. Para reclamar soluciones ha convocado, junto a Acaip-UGT, un paro este viernes a partir de las 11,30 horas. Esta denuncia se produce el día después de la agresión de un preso a un funcionario en la cárcel de Cuenca. Se trata del mismo individuo que en agosto agredió de forma violenta a tres funcionarios 'a escobazos' en la Cárcel de Villena.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) explica que en las prisiones valencianas existen más de 450 plazas por cubrir, lo que provoca que en la actualidad las plantillas estén mermadas y resulten del todo insuficientes. Esta situación ocasiona que, por ejemplo, en el centro penitenciario Antonio Asunción, en Picassent, módulos como los de régimen cerrado muchos días únicamente los cubran tres funcionarios, cuando el mínimo regulado es de cuatro.
El sindicato CSIF continúa señalando que la situación de precariedad resulta constante, aunque se agrava especialmente en periodos vacacionales y llega hasta el extremo de que un solo funcionario vigile a 120 presos en el centro penitenciario de Picassent, que cuenta con una plantilla real que no llega a los 900 trabajadores y con 180 vacantes. Además, el sindicato avisa del envejecimiento del personal, con una edad media de 55 años, que "se tiene que enfrentar muchas veces a internos en una situación de clara desigualdad por edad y condiciones físicas".
El sindicato reclama a Instituciones Penitenciarias un incremento de plantillas para ajustarlas a las necesidades reales, una formación adecuada a los trabajadores que se enfrentan a internos peligrosos o situaciones de potencial riesgo, el desarrollo de protocolos ante agresiones o la mejora de medios coercitivos como guantes, chalecos o protectores. Del mismo modo insiste en el reconocimiento urgente de agente de autoridad para los funcionarios de prisiones.
La central sindical ha convocado, junto a Acaip-UGT, un paro mañana viernes a partir de las 11,30 horas ante todas las prisiones como condena a los incidentes ocurridos en Cuenca y Algeciras y para reclamar más medios personales y materiales con el objetivo de que no se reproduzcan en otros centros penitenciarios.
Incidente en Cuenca
El pasado miércoles, un interno "muy peligroso" del Centro Penitenciario de Cuenca, hirió de gravedad a un jefe de Servicios de la prisión tras atrincherarse en el calabozo. El agresor, que había estado alterado durante la tarde, rompió los cristales de su celda. Aprovechó el relevo de funcionarios para meterse en el baño, y cuando el funcionario en cuestión entró para saber qué ocurría, se produjo el ataque. El preso le cortó el cuello con un cristal, produciéndole una herida muy cerca de la yugular, por lo que parece ser un intento de asesinato. El agresor había entrado en la carcel por un delito de agresión sexual a una chica de 22 años en la localidad de Tarancón.
Agresión en Villena
Según ha informado este diario en otro artículo, no ha sido un incidente aislado, ya que se trata de la tercera agresión en dos meses y en tres prisiones diferentes. La más grave, la de Villena. El pasado mes de agosto, tres funcionarios del Centro Penitenciario Alicante II denunciaron haber sido golpeados con ayuda de una escoba por un interno que también les amenazó.
Unas semanas después, la subdirectora de Seguridad de la cárcel de Villena denunció que había sido agredida por 5 o 6 encapuchados en la puerta de su casa. Los individuos la amenazaron al grito de "cierra la boca mañana". Esta agresión se produjo un día antes a su declaración en una causa abierta sobre la actuación de estos tres funcionarios en la reducción de un interno en Villena. Se investiga si los mismos trabajadores del centro podrían haber estado detrás de la agresión a la subdirectora. De momento, la investigación no ha avanzado.
En esta prisión, el agresor, que presentaba enfermedad mental, sufrió una reducción de condena por el supuesto exceso de fuerza aplicado por parte de los funcionarios del centro.