Se valía de "su condición de trabajador de un club de fútbol" de Alicante con menores de todas las categorías (prebenjamín, benjamín, alevín, infantil y cadete) para abusar sexualmente de los niños, sacarles fotografías y posiblemente compartirlas. Esa es la acusación principal que mantiene la Policía Nacional mientras continúa la investigación sobre un joven de 22 años, entrenador en las categorías base del club, detenido inicialmente el pasado mes de septiembre.
Los agentes de la Comisaría Provincial de Alicante cifran en al menos 115 víctimas los niños que han sufrido la actuación de este supuesto depredador sexual, actualmente en la cárcel por no poder pagar una segunda fianza de 3.000 euros. Algunos de los niños sufrieron directamente abusos sexuales y la mayoría fueron fotografiados con su teléfono móvil "en el interior de los vestuarios donde los jugadores menores de edad, son de índole claramente sexual, aparecen los mismos completamente desnudos mientras se duchan".
Es más, sobre las 126 carpetas de fotografías de las que se ha incautado la Policía en los registros, sostiene que muchas de las imágenes están "enfocadas claramente a los genitales, que sin duda pertenecen a niños". Frente a este comportamiento, aseguran los agentes, se observa una "ausencia de sentimiento de culpabilidad, frialdad y gusto por rodearse de niños".
Abusos
Al menos tres de los menores denuncian haber sido sometidos a abusos sexuales. Otros han sido víctimas de las fotografías, convenientemente archivadas en carpetas por temporadas futbolísticas: 2017-18 y 2018-19. Esta actividad supuestamente delictiva sufrió un parón durante la pandemia de Covid-19.
Los agentes aseguran en su resumen provisional que "el detenido se ganaba la confianza de los menores y de sus padres" con el fin de lograr sus objetivos, "como así han referido varias víctimas en sus declaraciones".
En las declaraciones se narran todo tipo de conductas libidinosas con los menores que denunciaron abusos sexuales, llegando incluso al responsabilizarle de contacto físico en sus genitales.
Este hecho le valió un decreto de prisión provisional incomunicada decretado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Alicante el día 16 de septiembre. Posteriormente este juzgado tuvo que inhibirse en el número 9, que tocó por turno de reparto. No obstante, un recurso de su abogada en el número 3 permitió que la Audiencia Provincial le impusiese una prisión eludible con fianza de 3.000 euros poco después, que la pagase a finales de octubre y que saliese de prisión.
Éste hecho no fue comunicado a la principal acusación particular, que han interpuesto un recurso de nulidad de actuaciones. Se le ha contestado que se debió a un "error involuntario". Así, pudo salir en libertad con la simple prohibición de acercarse a menos de 300 metros de los denunciantes y del club de fútbol.
No obstante, a principios de este mismo mes el Juzgado de Instrucción número 7 que estaba de guardia tuvo que hacerse cargo de una causa por delitos similares en otras circunstancias, que la investigación considera "hechos conectados". Se le impuso otra fianza de 3.000 euros. Todo se ha unido en Instrucción 9. Además, sobre él pesan acusaciones de años anteriores, cuando él era menor de edad, que están siendo investigadas en el juzgado especializado.
El entrenador no ha podido por el momento hacer frente a estos nuevos 3.000 euros de fianza y su abogada ha solicitado que se rebajen a 1.000 euros. Las acusaciones consideran que esa fianza debería aumentarse hasta los 30.000 euros.
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