Por mucho que el portavoz nacionalista, Gerard Fullana (Compromís), considerase el pleno como un foro "ilegítimo", el Debate sobre el Estado de la Provincia de Alicante celebrado ayer dejó a las claras dos modelos de hacer política y de gestión, los que se verán las caras en las próximas elecciones autonómicas. No en vano, el principal protagonista del debate, el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, disputará al socialista Ximo Puig la presidencia de la Generalitat.
Mazón comenzó el debate detallando la falta de inversiones por parte de las administraciones gobernadas o con soporte institucional del PSOE, Compromís y Podemos. Tanto en el ámbito nacional como en el autonómico. Por contraposición, el presidente de la Diputación habló de congelación de sueldos de políticos y bajada de impuestos.
El presidente sacó pecho de la buena gestión de la institución, sin deuda, frente a la Generalitat valenciana cuya deuda es el doble de su presupuesto: "Cualquier gestor de una empresa o pyme diría que estamos en quiebra técnica", recriminó al PSOE.
Habló de los recortes del Tajo-Segura y la tibieza de Puig en su defensa frente a su compañera de partido, Teresa Ribera. Pero también incidió en el fracaso del Imserso, la infrafinanciación y falta de infraestructuras con la provincia que calificó sin ambages de "discriminación".
Y puso un ejemplo claro, la cultura. Alicante sólo ha recibido un 1,3% del total del gasto de la Conselleria del nacionalista Vicent Marzà, que ni ha visitado el MARQ ni ha nombrado el patrono que le corresponde a la Generalitat. Valencia se llevó un 85%.
Esta visión se vio refrendada en la intervención del portavoz de Cs, Javier Gutiérrez, que esgrimió la máxima eficacia en la gestión, la transparencia y el diálogo, valores que atribuyó a su pacto con el PP de Mazón. Un acuerdo basado en la millonaria inversión en los municipios que queda reflejado en la postura conjunta de ambos partidos contra el Fondo de Cooperación Municipal impuesto por el Botánico y que se recurrirá en el Tribunal Constitucional.
Es más, Gutiérrez recriminó al Botánico que nunca la tasa de pobreza ha sido tan alta en la Comunidad Valenciana como ahora, el 29,3%. "Consejos vendo que para mí no tengo", le reiteró al portavoz nacionalista una vez más.
La oposición
Muy diferente fue la visión de Fullana que llegó a asegurar que existe un "consenso internacional generalizado en revertir las políticas neoliberales". Y puso como ejemplo el proceso de reversión del Hospital de Torrevieja, pese a los problemas que está suscitando esa operación política del Botánico.
Quizá, lo que no esperaba fue la recriminación del despido de ese hospital por parte de los nuevos gestores de la menor abusada por el exmarido de su líder, Mónica Oltra, que le hizo el portavoz del PP, Eduardo Dolón.
El nacionalista defendió el pacto de izquierdas en la Generalitat frente a la "provincialitis" que dijo sufrir Mazón, acusándole de sólo defender la provincia para defender su "estatus de poder" y en contra de la autonomía valenciana.
Fullana no respondió a los datos sobre infrafinanciación cultural pero sí defendió a Marzà en su gestión de la Educación frente a etapas pasadas de gobiernos de los populares, de los que dijo "con la construcción de colegios constituyeron el mayor lucro del PP". Cs, le contrapuso el nivel de ejecución de su plan Edificant: el 14%.
Más moderado, como siempre, fue la intervención del portavoz del PSOE, Toni Francés, que consistió en defender la gestión del Botánico. Eso sí, con una mención especial a la colaboración de la Diputación de Alicante en los planes de recuperación económico-sociales en la pandemia.
Francés reivindicó los planes Edificant en educación, la sanidad "como servicio público y no como negocio", o las ayudas a la DANA. Según su versión, las inversiones del Botánico han sido las importantes para la provincia de la historia, "apostando por el futuro" de la innovación.
El socialista concluyó asegurando que "hemos perdido la oportunidad histórica de modernizar esta institución" y acusando a Mazón de "pesimismo". Para lanzar un augurio: "el Partido Popular no volverá al Gobierno valenciano". Un guante que recogió Mazón: "Más cerca de ser presidente de la Generalitat Valenciana, estoy".