Se llama Rafael Navarro, es un negacionista de la pandemia y el pasado mes de abril fue suspendido durante un año y siete meses de empleo y sueldo en la Policía Local de Alicante por rechazar llevar mascarilla. Ahora llama en un vídeo difundido entre grupos antivacunas a rebelarse contra la imposición del pasaporte Covid en la Comunidad Valenciana y anima a la gente a que rechace presentarlo. Es más: pide que se le facilite la dirección del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para ir él mismo a "darle dos hostias", porque, dice, es la forma de "quitar la impunidad" a "esta gente".
En el vídeo, Navarro sugiere denunciar a aquellos locales que exijan el certificado completo de vacunación para acceder al interior, algo que es obligatorio en la Comunidad Valenciana: "A partir de ahí el dueño del local tendrá dos opciones, o cerrar o quitarlo. Aparte de que ya he dicho que lo van a quitar, pero cada uno a su velocidad".
Otra opción que plantea es el boicot: "Los que vayan a ir y no quieran pasar por el mal trago de denunciar pues que no vayan. Si dejan de ir las personas normales, digamos, porque ya hay que hablar de normalidad y subnormalidad, tendrán que cerrar porque no tendrán clientela".
"Por tanto, lo que tengamos que hacer lo tenemos que hacer ya, y nosotros, no esperar a que venga alguien a hacerlo", añade. "Y si mi misión es plantarme en casa de Ximo Puig y darle dos hostias, pues iré a casa de Ximo Puig, si me decís donde vive, y le daré dos hostias a la mínima que tenga".
A partir de aquí concreta su amenaza: "Y ya puede haber policías delante, que como mucho voy a estar dos noches en el calabozo. Y se va a llevar dos hostias, y cuando lo vea llorar ese tío va a pensar: a ver si va a venir otro y me va a dar dos hostias más. Porque [con] esta gente hay que ir así, esa impunidad que tienen hay que quitársela y hay que quitársela a hostias, a ver si lo entendéis".
"Tienen el poder, el poder gubernativo, o legislativo o el poder del sistema. Pero el poder espiritual, el poder anímico, lo tenemos nosotros, y hay que ejercerlo", considera. "¿Están dando hostias? Pues aquí también hay que dar hostias, pero hostias como panes, y cuando le das dos hostias a ese tío y se pone a llorar, su córtex relaciona. Y dice: uf, igual me viene otro y me da dos hostias más, y esto duele".
Su discurso termina con un alegato contra los políticos: "Son chupóteros de la vida que no han hecho nada en su puta vida, que no se han jugado la vida nunca, que nunca han peleado por nada y son putos políticos de mierda. Juanma Moreno, Ximo Puig, el Urkullu y su puta madre. A ver si os queda claro ya de una puñetera vez".
La "cabeza alta o la cabeza agachada"
Navarro se hizo viral en las redes sociales el pasado mes de abril, cuando delante de 300 seguidores leyó la resolución al expediente que le había abierto el Ayuntamiento por negarse a llevar mascarilla. En total se le suspendió un año, siete meses y 15 días de empleo y sueldo, algo que él asumió con "orgullo".
"No me voy a poner algo que atente contra mi salud sabiendo que no hay nada", explicó en el vídeo. "Esta es la pena por seguir vivo, por seguir sano, esto es lo que nos separa a los hombres de los cobardes".
Navarro consideró que "lo que pica es que me haya plantado. No me pongo la mascarilla porque atenta contra mi salud". Y remató: "De aquí no va a salir nadie vivo, pero sí puedes salir con la cabeza alta o con la cabeza agachada. Y yo voy a salir con la cabeza alta".