Dos semanas más de 'calma tensa' en el PSOE alicantino hasta el congreso: las claves
El largo tiempo elegido entre las primarias para elegir al secretario general y la celebración del acto que debe refrendarle, dispara las especulaciones.
24 enero, 2022 02:33Noticias relacionadas
La victoria de Alejandro Soler el pasado fin de semana frente al candidato de Ximo Puig, Toni Francés, en las primarias provinciales del PSOE augura muchos cambios en el seno de la estructura socialista. Pero Soler no da pistas, por el momento, de la profundidad de esos cambios. El 5 de febrero está convocado el congreso que debe refrendarle a él y a su nueva ejecutiva. Esa la fecha clave para conocer el corto, medio y largo plazo del socialismo alicantino.
Soler debe entonces proponer su ejecutiva y someterla a votación después de un proceso en las urnas que no ha dejado mucho margen entre adversarios. Y son muchas las especulaciones y recelos entre compañeros de partido.
El nuevo líder socialista debe elegir entre una gran ejecutiva que pacifique internamente u otra mucho más pequeña y operativa de cara a relanzar el partido hacia el exterior. Y para esa elección antes debe decidir si integra a todas las corrientes o si quiere una guardia de corps que le ayude a controlar la organización.
Quién es quién y de dónde viene
El PSOE alicantino "provincial" tiene un recorrido relativamente corto. Fue entre 2007 y 2008 cuando el entonces alcalde de Elche y presidente del PSPV-PSOE, Diego Macià, arrancó del entonces secretario general autonómico, Joan Ignasi Pla, un compromiso para superar la estructura comarcal del partido. El PPCV arrasaba en las elecciones porque su estructura estaba plenamente identificada con la circunscripción electoral. Y los socialistas, en cambio, se presentaban divididos en los reinos taifas de las comarcas sin ningún liderazgo claro.
Macià, curiosamente mentor de los ahora rivales Alejandro Soler y de Carlos González (alcalde de Elche), fue el primer líder provincial. Pero tras un nuevo fracaso electoral el lermismo hizo aguas y surgió una corriente renovadora en Alicante y Valencia que se aliaron para derrotar a Ximo Puig.
Jorge Alarte se hizo con el liderazgo autonómico gracias al apoyo del sector de Leire Pajín quien colocó a Ana Barceló como secretaria general provincial. De nuevo, curiosamente hoy Barceló es la cabeza visible de Puig en Alicante. Con el tiempo triunfó el "divide y vencerás" y Barceló fue llevada a las Cortes, en Valencia, donde fue primero invisibilizada y luego cooptada por el lermismo, abandonando al grupo de Pajín. Lo mismo que Toñi Serna.
No obstante, en Alicante los pajinistas siguieron manteniendo el control interno del partido a través de David Cerdán con Alejandro Soler como portavoz en la Diputación. Una injusta y nunca probada acusación contra Soler por parte de su exmujer hizo que tuviera que dimitir a mediados de la década pasada. Cerdán le relevó en la institución provincial.
Y de nuevo los de Puig trataron de hacer la misma jugada que con Barceló, apartándole de Alicante e invisibilizando a Cerdán en las Cortes. Pero el aspense, a diferencia de la hoy consellera de Sanidad y presidenta del PSPV, no cambió de bando, lo que le valió no repetir en los puestos de salida en las elecciones de 2019.
En 2017 Puig ya controlaba el partido en la provincia tras sucesivas rendiciones y traiciones de importantes dirigentes. La única contra que tuvo para situar al alcalde de Xàbia, José Chulvi, como líder provincial del partido procedía de uno de sus tradicionales aliados, Ángel Franco. Y apenas tuvo recorrido. El exsenador quería demostrar su poder dentro del mismo sector que el presidente de la Generalitat apoyando al alcalde de Elda, Rubén Alfaro. Todo quedó en escaramuzas.
Las nuevas claves
Esta somera historia es importante a la hora de conocer cómo están los ánimos de cara al congreso del 5 de febrero, y quién está con quién. Soler ha formado en el último año un frente significativo y son varios los cambios que se pueden suceder en las próximas semanas.
Alfaro, también presidente de la Federación Valenciana de Municipios y provincias, hace tiempo que dejó el nido de Franco y vuela solo. Tanto, que su alianza con Soler ha sido clave para que el ilicitano ganase las primarias. Por eso, no es nada desdeñable que tome fuerza con los suyos en la Diputación.
Hay quien recuerda que Alfaro es el sustituto en las institución provincial del diputado por Elda, José Antonio Amat, y que una dimisión de éste podría situarle directamente como portavoz en la Diputación. Sería una jugada muy arriesgada y de la que poco se podría beneficiar ante un presidente de la institución del PP como Carlos Mazón, mucho más fortalecido que él y que ya planta a Puig.
Pero hay otras vías para premiar al eldense por alianza. El perdedor de las primarias, el alcalde de Alcoy, es a su vez portavoz en la Diputación. Su puesto no parece peligrar a menos de dos años de los comicios de 2023. Pero Soler bien puede poner a su lado como portavoz "adjunto" a Amat como hombre fuerte Alfaro. Para ello sólo tendría que proponerle como secretario de Organización provincial, es decir, número tres del partido en la provincia.
Este cambio en la cabeza del grupo político justificaría al instante cambios el personal eventual de los socialistas: Pilar Brotons, Carlos Ortuño y Gerardo Salvador Ortiz. Brotons, en su día colaboradora de Cerdán junto con Toñi Serna, también cambió de bando y se pasó a las filas de Puig.
Otra de las jugadas pasa por premiar al otro gran aliado de Soler, el alcalde de l'Alfàs, Vicente Arques. En las filas del nuevo líder ya se trabaja con la posibilidad de que pueda asumir él o quién él nombre la secretaría Institucional. Y en la Diputación Arques tiene su propia punta de lanza, a su primera teniente de alcalde, María Teresa García.
El resto de jugadas son mucho más complicadas. Algunas, incluso delirantes como es el caso del propio David Cerdán. El PSOE tiene 11 diputados autonómicos y Cerdán era el número 12 de la lista. Cualquier dimisión, incluida la de Barceló para ser candidata a las municipales de Alicante, podría volver a llevarle directamente a las Cortes Valencianas. Y esa sí que sería una piedra en el zapato de Puig. Pero Cerdán en principio se ha retirado de la política y no parece que tenga muchas intenciones de volver.